¿Cómo entender el resultado de las elecciones primarias en Argentina de hace pocos días? ¿Quieren los gauchos el retorno de la horda peronista, de aquella gente que arrasó con la economía, de quienes llevaban por costales los dólares de la corrupción a “encargarlos” en un convento? ¿Quieren seguir rindiendo culto a quién lo pintaban en los muros de Buenos Aires con la leyenda “Puto o ladrón, lo queremos a Perón”? ¿Por qué a los argentinos les importó más sus necesidades diarias, sus bolsillos personales escuálidos que los millones robados al Estado que al final de cuentas fueron robados a los ciudadanos? ¿Porqué los electores, al momento de depositar su voto, no tuvieron la capacidad de rechazar el regreso de la horda decadente y corrupta?
La fuerza del populismo, disfrazado del Socialismo del siglo 21 en Latinoamérica, es tan poderosa como incomprensible y peligrosa. Ha estado presente en forma arrasadoramente negativa en Argentina, Bolivia, Brasil, Nicaragua, Ecuador y Venezuela . En este último país, su presencia sigue siendo catastrófica bajo la dictadura de Maduro. A los electores de estas repúblicas, a la hora del té les importa un comino lo que representa la democracia, los valores éticos, la institucionalidad; lo gravitante, lo decisivo es el discurso de ocasión cargado de promesas demagógicas, más allá de lo que históricamente acarrean consigo ese estilo corrupto y clientelar; aumento de la pobreza, inflación, desempleo, recesión, represión a los mismos que los eligieron.
Los resultados electorales de de la hermana república de Argentina es una suerte de advertencia de lo que puede ocurrir en Ecuador. Que la debilidad y la creciente impopularidad del régimen ocasionadas por medidas económicas frías y a destiempo, por mantener colaboradores causantes del desastre, por ser anémico ante la corrupción, por criticar el endeudamiento anterior y seguir endeudándose, por el desempleo reinante, pese a haber ofrecido fuentes de trabajo, por carecer de arrestos de un gran líder…no nos lleve a que la masa electoral comience a añorar el regreso de la horda con el líder de la década pasada.