El “Teatro ROXI”, un atractivo social y familiar de los años 50 al 80

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HISTORIA

El cine tuvo su “Época de oro” en Riobamba, allá por los años 50 al 80,  sus salas fueron parte importante de la cotidianidad citadina. Antes que la televisión irrumpa con su brillante pantalla y, sus programas se impongan en los hogares riobambeños, el cine era el entretenimiento más popular de grandes y chicos.

Edwin Chávez Medina, cronista e investigador riobambeño, señaló que la Empresa De Howitt administraba las tres salas de cine que fueron durante largo tiempo las más concurridas: el Teatro León, el Teatro Maldonado y el más popular de todos el Teatro ROXI, posteriormente se inauguró el Teatro Imperial más grande y con moderna tecnología.

“Para nosotros, niños en ese entonces, entrar al cine era como ingresar a un templo sagrado, a un lugar encantado, a una tierra de fantasía. Cuando las luces se apagaban y la gigante pantalla se iluminaba comenzaba un ritual mágico donde soñábamos despiertos. No éramos simples espectadores, también interactuábamos durante la función, gritábamos, silbábamos, la chicas lloraban en las escenas trágicas o románticas y nosotros aplaudíamos en los momentos culminantes de la película, como cuando en los filmes del viejo oeste escuchábamos el toque de corneta seguida de la carga de caballería que llegaba justo el momento preciso para salvar a la caravana de pioneros del ataque de los apaches, que siempre resultaban ser los malos de la película,  No era raro que la cinta se corte justo en los momentos más culminantes del film, esto despertaba la furia de todos los espectadores que descargaban su ira contra el pobre operador de los proyectores, que se resignaba a escuchar sin poder defenderse de toda una gama de “floridos” insultos donde le mentaban a todos sus ancestros, recordó Sánchez.

Cada sala de cine se especializaba en diferente tipo de película;  en el Teatro Maldonado proyectaban películas “serias” dirigidas a un público maduro; el Teatro León proyectaba películas de estreno de variada temática y el Teatro Roxi, se especializaba en las películas más populares que atraían a grandes y chicos.

Tal era el éxito y la acogida que tenía este tipo de diversión, que los tres cines daban dos funciones diarias: Matinée y noche y, los domingos había el concurrido vermouth para los más pequeños. Las funciones de los fines de semana eran a reventar. El famoso “miércoles económico” del Teatro ROXI era el día más esperado por los chicos de la época, pues con una moneda de un sucre podían disfrutar desde la galería del teatro de dos películas y hasta les alcanzaba para comprarse un “bolo” y alquilar una revista mientras esperaban  que la función empiece. (16)

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