La primera (y la más fuerte) es que sintió que su familia no está tranquila en Ecuador. No pueden ir en paz a mirar los encuentros porque son insultados apenas los reconocen. Inclusive, el futbolista, de 34 años, sintió temor por los suyos en algunos partidos.
La segunda es toda la herencia del piso 17. Después de la Copa América de Brasil, algunos jugadores, incluyendo Valencia, se juntaron en la habitación del piso 17 del hotel de la concentración y según las imágenes metieron cajas de cerveza. Las críticas fueron muy duras y tildaron a todos los jugadores de borrachos.
Sin embargo, como lo reconoció el sociólogo Fernando Carrión, solo con Valencia hubo un rechazo desmedido. Aunque hubo una campaña para tratar de ayudar al ‘Toño’, poco se pudo cambiar.
La tercera razón es menos fuerte, pero igual de injusta según lo que contó Paz a radio La Red. A sus ojos, Valencia es rechazado por las demás hinchadas solo porque es jugador de Liga de Quito. Cuando llegó, los seguidores de El Nacional fueron los primeros en maltratarlo, al hacer dólares falsos con el rostro del futbolista. Y en cada cancha ha sentido algo similar.
En lo deportivo, Valencia recuperó su estado de forma y terminó siendo una de las figuras albas en los playoffs. Eso provocó que varios equipos del exterior hayan acercado ofertas. Él podría irse de Liga de Quito en cualquier momento porque tiene una cláusula de salida en su contrato, en caso de tener una oportunidad que le llame la atención. Pero, en Liga de Quito esperan que regrese (está de vacaciones en Inglaterra) para la pretemporada, ya que dijo que tenía una revancha pendiente en la Copa Libertadores y en la LigaPro.
