Es el momento de la dosis de refuerzo para estar a salvo

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La comunidad se enfrenta al reto de comprender mejor el comportamiento biológico de los virus y los mecanismos que el organismo humano dispone para defenderse de ellos.

Para ser más precisos: ¿cuál es el rol que juegan las vacunas en dosis completas y los refuerzos en la vida cotidiana? Nuestro sistema inmunológico requiere estar en contacto directamente con el virus, contagiándose de la enfermedad o presentando ciertas proteínas virales para que sean reconocidas por las defensas naturales. Es así que se producen anticuerpos, los mismos que funcionan como pequeños soldados que nos defienden contra el ataque viral.

En este inicio de año comienzan a ser cada vez más necesarias nuevas dosis para mantener un nivel suficiente de anticuerpos en el torrente sanguíneo. Cerca del 80% de ecuatorianos ya ha recibido las dos primeras dosis de la vacuna anticovid. Estas se han mostrado eficaces para mantener un nivel adecuado de defensas de al menos seis a siete meses. Tras este período, la cantidad de “soldados” disminuye drásticamente, por lo que no asegura la protección inmunológica que ofrecen las vacunas para no enfermarse o para presentar un cuadro leve en caso de contagio.

Las dosis de refuerzo llamadas ‘boosters’ sirven para recordar al sistema defensivo el tipo de virus por el que nos podemos ver atacados. Las variantes del coronavirus aparecen como un mecanismo viral para inmortalizarse. En este contexto, los ciudadanos necesitamos recibir permanentemente las dosis de recuerdo, que de manera ideal deberían ser de la variante específica del virus, que tenga mayor prevalencia en ese momento. Sin embargo, hay que reconocer que se trata de una carrera de la humanidad junto al virus para ser capaces de acompañar la aparición de las diversas variantes y así lograr no contraer la infección.

Un cuidado especial deben tener los pacientes que sufren de enfermedades crónicas debilitantes, como el cáncer, las inmunodeficiencias, entre otras. En estos casos, la aplicación de ‘boosters’ deberá ser más cercana: entre cuatro y cinco meses, con el fin de mantenerse a salvo. ¡Es hora de los refuerzos!

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