En este 2020 los cubrebocas se convirtieron en un producto de primera necesidad, a principios de año desataron compras de pánico y conforme pasaban las semanas hasta se transformaron en el último grito de la moda. Sin embargo, como miles de productos en la vida humana, terminaron aventadas como basura en el mar.
Además, en cantidades ridículas: calculan que más de 6 mil toneladas de cubrebocas están contaminando nuestros océanos.
Esta medición fue presentada recientemente en un estudio realizado por OceansAsia —una organización de conservación marina basada en Hong-Kong—, en la que llegaron a este estimado después de recorrer las playas del continente oriental.
Según la investigación, se calcula que más de mil 500 millones de cubrebocas terminen en el mar a nivel mundial y que esos artículos, tan populares en 2020, se convirtieron en casi 6 mil 240 toneladas de contaminación marina plástica.
¿Y para acabarla de amolar? Esa cantidad de basura tardaría cerca de 450 años en deshacerse.
“Los millones de cubrebocas que están en el mar son solo la punta del iceberg”, comentaba el Dr. Teale Phelps Bondaroff, director de investigación en OceansAsia. “Las 6 mil toneladas de mascarillas son solo una fracción de las 12 millones de toneladas de plástico que terminan en nuestros océanos cada año”.
¿Qué podemos hacer para evitar tirar tantos cubrebocas?
La más básica y sencilla, cita el estudio, es tratar de comprar cubrebocas reutilizables cuando sea posible.
Además, el estudio de OceansAsia le hace una petición a los gobiernos del mundo entero para encontrar un método de deshechar las mascarillas de una manera clara, limpia y ordenada. De igual manera, piden aumentar las multas para quienes tiran basura de forma irresponsable.
Mientras el 2021 pinta para ser un año igual de socorrido por los cubrebocas, podemos pensar en maneras innovadoras para utilizar este producto básico para la protección sin descuidar el medio ambiente. (I)