Exámenes remediales

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Por estos días, los establecimientos educativos de Educación Básica y Bachillerato del régimen Sierra,  se hallan procesando los llamados exámenes remediales que, según el Art. 213 del reglamento  de la LOEI, un estudiante  “para aprobar una asignatura a través del examen remedial,  debe obtener una nota mínima de siete sobre diez (7/10), sin aproximaciones. El promedio final de una asignatura aprobada por medio de un examen remedial siempre será siete sobre diez (7/10). Si un estudiante reprobare exámenes remediales en dos o más asignaturas, deberá repetir el grado o curso”.

Los exámenes supletorios, remediales y de gracia, según el mismo reglamento,  se aplicarán a los estudiantes a partir del 8vo año de Educación General Básica. “No es exigible este tipo de exámenes a los estudiantes que cursen niveles inferiores al señalado, en cuyo caso la Autoridad Educativa Nacional deberá diseñar los métodos de evaluación, de acuerdo con las destrezas desarrolladas.”

La evaluación estudiantil a más del examen de recuperación o de la mejora del promedio, por lo visto,  ofrece al sector estudiantil tres oportunidades de evidenciar los resultados de aprendizaje. ¿Hasta qué punto esta política evaluativa contribuye a la formación de jóvenes  que asumen sus responsabilidades con dedicación y esfuerzo? ¿O el sistema está propiciando lo que ha su hora se calificó de “facilismo”, inclusive a nivel de estudios superiores? ¿Para el Ministerio lo importante es que los estudiantes “pasen” al curso inmediato superior, sin  que cuente los logros de aprendizaje, el desarrollo de destrezas y habilidades, el grado de conocimientos correspondiente a cada nivel?

La evaluación, como parte del proceso educativo y este como elemento fundamental  que garantiza  el buen vivir como política de Estado, así como el desarrollo  y progreso del país,  es algo que merece la atención  más profunda y seria de la sociedad. Pero, mientras haya desnutrición en la población estudiantil, mientras los docentes estén más preocupados por informes y más documentos burocráticos,  no habrá “remediales” que sirvan para remediar  el nivel de rendimiento de los estudiantes.

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