HELICOBACTER PYLORI

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Muchas personas comentan la presencia del Helicobacter Pylori en su organismo y el tratamiento que han sido prescritas por su médico. Esto, cuando tienen síntomas.
El Helicobacter pylori afecta al 50 % de la población mundial. “De cada mil personas infectadas por Helicobacter, en un plazo de 10 años, por lo menos tres personas van a tener cáncer de estómago”, dice el gastroenterólogo César Soriano. Del mismo modo advirtió que la forma más común de contagio es a través de la transmisión fecal-oral y se le atribuye principalmente al contacto con el agua o alimentos contaminados. Sin embargo existen otras formas de transmisión insospechadas. “El Helicobacter también está en la cavidad bucal, se asienta y se adhiere a la placa dentaria, en las encías y en las caries dentales. Es decir, yo puedo transmitir del virus de forma oral a otra persona, incluso compartiendo un vaso de cerveza”. En ese sentido, el galeno recomendó que además de lavar los alimentos, estos deben ser desinfectados para disminuir el riesgo de transmisión de la bacteria.
Esta bacteria ha sido identificada como el agente causal de la gastritis, úlcera péptica, úlcera duodenal, y se ha clasificado además como carcinógeno tipo I. Como resultado de su interferencia con la secreción de ácido por el estómago, esta bacteria es capaz de generar deficiencias en la absorción de nutrientes y provocar manifestaciones carenciales. Ya en el estómago, el HP se esconde en su mucosa. Para sobrevivir en este medio hostil, ácido, del estómago, la bacteria secreta una enzima llamada ureasa, la cual convierte la urea en amoniaco.
Desde que en 1983 se logró aislar y cultivar bacterias en el estómago y posteriormente clasificarlas como pertenecientes al tipo Helicobacter Pylori, se abrió un nuevo y fascinante campo de investigación que revolucionó el conocimiento y tratamientos de la gastritis y las enfermedades ulcerosas consideradas siempre como no infecciosas.
El individuo afectado sirve como reservorio natural que en la mayoría de los casos no tiene síntomas y permanece años y a veces toda su vida expulsando Helicobacter en las heces fecales. De aquí se deduce que las comunidades que tienen una mala infraestructura sanitaria, carecen de agua potable, cañerías de aguas servidas y sobre todo una mala higiene personal están generalmente muy propicias a esta infección.
El individuo infectado, si no se lava las manos después de defecar, pasa la bacteria a los alimentos, agua u objetos que toca y de aquí se propagará a otros individuos. No se transmite por vía sexual.
El tratamiento de erradicación además de costoso puede ser inefectivo, generar reacciones adversas en los pacientes o cepas resistentes a los antibióticos, por lo que se está buscando una vacuna.
Sin embargo, la inmunidad de cada persona está relacionada a un buen estado nutricional; una buena nutrición con antioxidantes, comida sana con frutas frescas, vegetales, ricas en vitamina C son protectoras, es decir que los daños que pudiera hacer el H. Pylori serán menores si el individuo infectado tiene una alimentación adecuada.
Héctor Cárdenas Mazón

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