Cuaresma: tiempo de cambio para ser mejores

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El mundo católico, luego de la fiesta carnavalesca, vive tiempos de Cuaresma que se inicia con el tradicional Miércoles de ceniza que recuerda a sus feligreses que del polvo proceden y al polvo retornarán. La Cuaresma es para los católicos, tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación para la gran fiesta de la Pascua; tiempo de perdón y reconciliación fraterna; tiempo para arrojar de los corazones el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen al amor a Dios y a los hermanos; tiempo de cambio para ser mejores.

La práctica de la Cuaresma, tradicionalmente, el mundo católico la ha asociado, a más de la penitencia y renovación, con el ayuno y la abstinencia. En este contexto, tiene actualidad y fuerza, es coyuntural el mensaje papal dirigido alguna vez a sus feligreses en época de cuaresma para que el mundo en su cotidianidad, se llene de paz, confianza, alegría y vida; ayune en una dimensión estrictamente humana y espiritual.

Esta palabra papal es válida, no solo para el mundo católico, sino para toda la humanidad: “Ayuna de palabras hirientes y transmite palabras bondadosas. Ayuna de descontentos y llénate de gratitud. Ayuna de enojos y llénate de mansedumbre y de paciencia. Ayuna de pesimismo y llénate de esperanza y optimismo. Ayuna de preocupaciones y llénate de confianza en Dios. Ayuna de quejarte y llénate de las cosas sencillas de la vida. Ayuna de presiones y llénate de oraciones. Ayuna de tristeza y amargura y llénate de alegría del corazón. Ayuna de egoísmo y llénate de compasión por los demás. Ayuna de falta de perdón y llénate de actitudes de reconciliación. Ayuna de palabras y llénate de silencio y de escuchar a los otros. Si todos intentamos este ayuno, lo cotidiano se llenará de paz, confianza, alegría y vida.”

Es posible que todo el simbolismo de espiritualidad quede marginado, opacado por la intensidad de la lucha por el poder que se nos viene encima en este año electoral. Que el tiempo de cambio para ser mejores no sea copado totalmente por las voces políticas de las facciones en pugna que, desde sus intereses y convicciones, se elevarán a decibeles insospechados para alcanzar el gobierno nacional.

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