Historia del recordado Colegio “Fray Vicente Solano” de Huigra

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EDUCACIÓN

Fue en el año de 1953 cuando el Presidente Velasco Ibarra crea en Huigra el Colegio secundario “Fray Vicente Solano” y encarga su dirección al sacerdote Daniel Paredes Machuca. El “Fray Vicente Solano” era un sonado colegio secundario, personaje  conocido en la parroquia, por su severidad, férrea disciplina, rectitud e intransigencia, características que imprimió en el recién fundado colegio.

Huigra, la “Ciudad de la eterna primavera”, era nombrada en el siglo anterior por tres razones: (1) Fue una importante Estación del Ferrocarril en donde inicialmente estaba ubicada la gerencia general de esta empresa, (2) Por el río Chanchán, que de tiempo en tiempo se desbordaba, arrasaba con la población y destruía la línea férrea y (3) Por ser la sede del temido internado Fray Vicente Solano.

Poco a poco trabajadores y obreros contratados para la construcción del ferrocarril, y toda clase de gente llegada de Chimborazo y Cañar se fueron instalando en este lugar hasta conformar un pequeño pueblo que fue creciendo con el paso del tiempo.

En estas circunstancias era imperiosa la necesidad de contar con  un colegio que lo represente y Huigra decidió fundar uno; fue en el año de 1953 cuando el Presidente Velasco Ibarra apoyó la creación del Colegio “Fray Vicente Solano” en Huigra y encarga su dirección al sacerdote Daniel Paredes Machuca, el cual le convierte en un sonado colegio secundario, conocido en todo el país por su Internado y su férrea disciplina.

El padre Paredes Machuca era conocido en Huigra por su severidad, rectitud e intransigencia, características que imprimió en el recién fundado colegio, el inflexible sacerdote  más que un director de colegio parecía un sargento del ejército, estableció rigurosas normas para mantener el orden, reglas que incluían severos castigos físicos, humillaciones públicas, plantones en medio del patio por largas horas con un sol canicular, entre otros. El colegio llegó incluso a disponer de un calabozo a donde iban a parar los más indisciplinados. La fama de férrea disciplina del Vicente Solano se regó por todo el país, razón por la cual, padres de familia de todos los estratos sociales matricularon a sus hijos en el Vicente Solano; esta terrible fama también alentó a muchos padres de familia, especialmente guayaquileños a enviar a sus hijos rebeldes como internos a esta institución educativa.

Los jóvenes “aniñados” hijos de papá, que habían escogido el camino de la vagancia y el vicio y que habían sido expulsados de todos los colegios de Guayaquil, eran enderezados en este establecimiento a las buenas o a las malas. Generalmente el remedio daba sus frutos y la mayoría de ovejas descarriadas se reformaron y regresaron como mansos corderitos al redil social; muchos sin embargo no soportaron el encierro, la dura disciplina y escapaban escalando sus altos muros y volvían al sórdido mundo del vicio. (16)

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2 COMENTARIOS

  1. Pésima historieta mal contada por el autor, sumamente alejada de la realidad, no se debería permitir que un diario tan prestigioso publique este tipo de falsedades sin haber una investigación seria previamente

Comments are closed.