Más de 90 casas destruidas del recinto El Palmar. El dato indica que son más de 250 familias damnificadas, 1.200 hectáreas de cultivos afectadas, entre 80 y 100 animales perdidos, la carretera Latacunga – La Maná cortada, caminos secundarios bloqueados, redes y postes eléctricos caídos y sistemas de agua afectados.
Los daños fueron ocasionados por los desbordamientos de cinco ríos y deslizamientos de tierra ocurridos el pasado domingo en el subtrópico de Pujilí (y Angamarca), La Maná, Pangua y Sigchos a causa de las fuertes lluvias de cinco días consecutivos. Las autoridades indican que estas cifras se incrementarán conforme pasen los días, pues el levantamiento de información continúa y concluirá luego que bajen los caudales de los ríos y se limpien las vías.
El gobernador de Cotopaxi, Oswaldo Coronel, informó ayer sobre la emergencia en el cantón La Maná y Pujilí, ubicado en el subtrópico de la provincia. La primera autoridad del Gobierno central indicó que hay recintos que solo se pueden acceder por la vía aérea, los ríos que se desbordaron el pasado domingo, 30 de enero, destruyeron casas, iglesias, calles, sembríos y más. “Estamos solicitando la declaratoria de emergencia para poder movilizar los recursos económicos, pero eso sí advertimos que no se va a permitir sobreprecios en la contratación de obras. Vamos a estar vigilantes”, aseguró Coronel.
La rueda de prensa del gobernador Coronel se dio en el salón principal del edificio patrimonial de la Gobernación, ubicado en el centro de Latacunga. La autoridad se apoyó de un proyector para mostrar imágenes sobre los daños causados por el aumento del caudal de cinco afluentes.
Es el caso del río San Pablo. El cauce que tenía antes el río San Pablo frente al recinto El Palmar, en el subtrópico de Pujilí, desapareció y hay un nuevo cauce. Todo lo que había en el ancho entre ambas ramas fue inundado y arrasado por el agua. La creciente del San Pablo ya afectó a El Palmar el domingo en la mañana, pero en la tarde su caudal subió más y el río volvió con fuerza en la noche y arrasó a este recinto. 75 de sus 85 viviendas, es decir, el 88,24%, se destruyó, mientras que las 10 casas que aún quedan, siguen anegadas de lodo y quedaron en zona de riesgo, muy cerca del nuevo margen del río San Pablo. El poblado de El Palmar estaba ubicado a 60 metros de distancia del río, pero luego del domingo quedó a apenas tres metros y el agua ya no retornará a su cauce normal.