La automedicación se define como la autoadministración de medicamentos, no prescritos o no dirigidos por un médico. En estos tiempos de pandemia, esto tiende a ser una práctica común en la población, sin embargo, es claro que esta se convierte en un método inseguro que puede generar potenciales efectos negativos que afectan la salud de los individuos.
Juan Pablo Flores, médico general del Centro de Salud tipo “B” del Patronato Provincial, menciona que en el contexto de la pandemia, ha podido palpar de primera mano, cómo las personas que se contagian con COVID-19, son expuestas por profesionales de la salud a tratamientos de varios medicamentos sin fundamentos científicos, pero lo más peligroso es la automedicación, ya que carece de un seguimiento profesional.
“La persona que se expone, ya sea por falta de conocimiento o por responsabilidad propia, si se llegara a complicar su situación de salud, en las casas de salud donde le reciban, tendrán el panorama muy complicado, porque el paciente llegará cubriendo su cuadro clínico y siendo resistente a varios medicamentos”, indicó.
Por esta razón, no se recomienda un tratamiento profiláctico para COVID-19. Por otra parte, es necesario mantener las medidas preventivas que sí son eficaces: mascarilla, lavado de manos frecuente y distancia entre personas.
“Cabe destacar que una persona con una buena alimentación tiene muchas probabilidades de enfrentarse de mejor manera a cualquier enfermedad. Es importante también recalcar, que al aparecer los primeros síntomas, hay que actuar con responsabilidad, con nuestros familiares y todas las personas que trabajan o viven junto a nosotros en el día a día, y acudir donde un profesional de la salud para que realice la respectiva valoración para disminuir el riesgo de contagio en nuestro círculo social.”, explicó Flores. (28)
