Por: Pablo Escandón Montenegro
La semana pasada escribí acerca de la Inteligencia Artificial y su capacidad limitada de hacer preguntas, pero esta semana me desayuné que hay ya programas de IA generativa que le ayudan al usuario a hacer las preguntas correctas, y que también hacen preguntas acerca de lo que su operador requiere. También escribí acerca de los vendedores de humo, tanto profesionales como “académicos”, que van por universidades y empresas vendiendo el elixir cura todo para poder domar a la IA.
Afortunadamente, el mundo está lleno de personas serias, profesionales dedicados a divulgar lo que realmente es la Inteligencia Artificial generativa, de dónde procede, y hacia dónde va, pero con una contextualización cercana, con un espacio tiempo latinoamericano.
Es así como leí el libro del periodista tecnológico Álvaro Montes titulado Inteligencia Artificial. La revolución que cambiará todo. Este es un texto publicado por Planeta Colombia, en el cual el periodista de divulgación tecnológica cuenta los orígenes del término, su historia y viaje técnico hasta nuestros días para darnos datos actuales sobre inversión, empleo, apoyo estatal y guerras de las big tech.
El libro es muy ameno y, como el autor lo indica, de divulgación, con lo cual cita muchos autores actuales, informa, presenta casos y reconoce los éxitos y fracasos de iniciativas, es decir, es muy pragmático, para que el lector tome una posición de amor u odio por o contra la tecnología, pero a final de cuentas muestra cómo ese es un camino por el cual todos caminamos de alguna manera, como es el eslogan del podcast de Eva Domínguez, Criaturas inmersivas, en donde nos cuenta acerca de las innovaciones con IA en todos los ámbitos de la sociedad.
Pero volvamos al libro de Montes, que no solo se queda en una panorámica sobre el tema, sino que lo aterriza con práctica y con la realidad colombiana cada momento, pues con los datos globales, se centra en Colombia y proporciona índices de penetración, uso e inversión de la innovación tecnológica en mercado, educación, producción.
El libro ayuda a abrir la mente de quienes están en contra de cambiar procesos y aquellos que no quieren usar métodos alternos y ágiles para soluciones rápidas, es decir, en un tono muy pedagógico logra decirnos a todos que no seamos ciegos ni “neoluditas”, pues las tecnologías nos ayudan mucho, cambiarán y cambian nuestro mundo, pero lo importante es que nosotros debemos cambiar, porque si no nos adaptamos, moriremos.