Con 100 votos que respaldaron la moción, la Asamblea Nacional exhortará al presidente de la República, Guillermo Lasso, que declare la emergencia sanitaria al sistema de salud pública.
¿En qué se encauza el pedido? No solo por ser un llamado –con carácter de urgente– del Legislativo al Gobierno Nacional, habría que actuar de inmediato. Si no fuese por toda la buena impresión que ha generado el proceso de vacunación en Ecuador, lo más palmario que tendríamos serían malos momentos que atraviesa el sector de la salud, hecho que desnudó incluso el Vicepresidente cuando el Presidente viajó a Estados Unidos para su operación.
Hospitales vetustos, como el de Riobamba, que se caen en pedazos. Infraestructuras inauguradas hace pocos años sin mantenimiento. Equipos médicos dañados que solo ocupan espacio en los pasillos de los centros hospitalarios. Turnos ciudadanos inscritos en la espera del infinito porque los médicos especialistas fueron despedidos y los pocos galenos que quedan no se abastecen. Cirugías que se derivan a clínicas privadas y triplican los costos para el Estado. Farmacias sin medicamentos.
Imposible preciarse de algo que ha entrado en terapia intensiva hace mucho tiempo. A lo que agrava la pésima situación de la salud, plantones permanentes en Chimborazo de inconformidad por la designación de autoridades. ¿Ya han salido de la burbuja de que todo está bien y el camino para llegar allá se llama reconocer los errores?
