María Yuquilla, es una más de las vendedoras informales que sale todos los días a recorrer las principales calles de la ciudad para buscar el sustento diario para ella y su familia, conformada por cuatro miembros.
Su jornada de trabajo es extensa, sale de su hogar a las 08h00 y regresa a las 20h00, luego de recorrer grandes distancias, durante el día vende aproximadamente 125 huevitos, lo cual le genera un ingreso de 20 dólares diarios, a pesar que cada huevo lo vende a 0.10 centavos de dólar.
Sin embargo, dijo sentirse orgullosa de su trabajo, porque gracias a él lleva el pan para su casa, tomando en consideración que tiene que ajustar el presupuesto económico, “pero todo es fácil cuando existe voluntad y la bendición de Dios”, manifestó.
