Millones de kilómetros verdes

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Diego G. Moreno

Ha cruzado la Antártida solo y a pie, ha escalado las cumbres más altas de cada continente y ha corrido en nueve ediciones del París Dakar. Son sólo algunas de las innumerables proezas del aventurero Albert Bosch (Cataluña, 1966), un superhombre que, como todo ser humano, también llora: precisamente así, entre lágrimas, empezó su compromiso, sin dobleces, con el medio ambiente. «Fue bajando del Everest, justo después de culminarlo. Me encontré con ese increíble paisaje frente a mí y se me llenaron los ojos de lágrimas. Me di cuenta de que le debía todo lo que había hecho en la vida a la naturaleza, y no pude evitar preguntarme: ‘¿Y qué he hecho yo por ella?’», cuenta, visiblemente emocionado.

Desde entonces, añadió a su faceta de deportista la de emprendedor, y ha impulsado varios proyectos en el ámbito de la energía y el medio ambiente. Su último compromiso ha sido convertirse en embajador medioambiental de Redyser, una empresa de transporte urgente.

A simple vista, resulta contradictorio que alguien tan implicado con la ecología se alíe con una firma de uno de los sectores que más huella de carbono producen en nuestro país. Según el último informe del Ministerio de Fomento, en España el transporte fue el responsable del 25% de las emisiones domésticas de gases de efecto invernadero, una proporción superior a la media europea (en torno al 20%). Lo que diferencia a Redyser de la mayoría de la competencia es que está especialmente implicada en mitigar y compensar su huella de carbono. “No es extraño que una empresa cuyo impacto es fundamentalmente la emisión de CO2 en el transporte de paquetería se preocupe especialmente por este aspecto”, cuenta su director de Recursos Humanos y Responsabilidad Social, Lucio Fernández. Eso es lo que se plantearon él y el director de la empresa en 2008, después de casi dos décadas de actividad, y de allí surgió el germen de la iniciativa Kilómetros Verdes, pionera en su sector.

“No se trata sólo de compensar en primera persona la huella de carbono que generamos, esa es la vía fácil, sino de implicar a nuestros propios clientes, ahí está el elemento diferenciador”, y explica el proyecto: “No lo hacemos así por un tema económico, sino de sensibilización. Si compensamos nosotros directamente las emisiones de CO2 producidas reforestando bosques o donando dinero a una ONG, al final el cliente no valora el impacto que su actividad tiene sobre el cambio climático. Nosotros le pasamos la responsabilidad y le decimos: tus paquetes, en este último mes, han supuesto unas emisiones de equis toneladas. Y les ofrecemos las vías para que sean ellos mismos quienes compensen ese CO2, a través de proyectos para evitar la deforestación del Amazonas. El efecto es doble, no sólo ecológico; al actuar sobre comunidades indígenas deprimidas de Perú, fomentamos también su desarrollo a nivel social y económico”. Esto último lo hacen en colaboración con la fundación Ecología y Desarrollo (Ecodes), que además ofrece las herramientas para calcular las emisiones y certifica la autenticidad y efectividad de la compensación. El papel de Albert Bosch es mostrar su implicación con el medio ambiente y dar ejemplo. Ninguna de las hazañas del reputado deportista genera en la actualidad un impacto ambiental (ha sido el primero en correr el París Dakar en un vehículo eléctrico), pero sí las vías por las que accede a los lugares donde las realiza. “Recientemente he rodeado Menorca en kayak. Para llegar a la isla he tenido que utilizar un avión. Redyser calcula y compensa las emisiones generadas por este medio de transporte, que luego certifica Ecodes”, cuenta el propio Bosch.

“Compensamos por esta vía de Kilómetros Verdes las emisiones de cualquier desplazamiento realizado por nuestros directivos”, explica. Pero no se conforman con la compensación; Redyser estudia otras iniciativas para mitigar aún más las emisiones de su actividad, como el uso de vehículos eléctricos para el transporte de paquetería en entornos urbanos. De momento, este proyecto se ha implantado en Murcia, Valencia y Gandía.

Las empresas a las que proveen cada vez valoran más los empeños por preservar el medio ambiente como el de Redyser. “El precio y la calidad del servicio son dos factores prioritarios, pero en estos tiempos, especialmente entre las multinacionales, se toma conciencia de estas iniciativas ecológicas. En gran parte, porque también tienen que emitir un informe de su huella de carbono en cada ejercicio”, aclara Fernández, y remata: “Kilómetros Verdes es nuestra iniciativa más importante hasta el momento, pero no será la única. Estamos concienciados con el impacto que generamos en el entorno y, por tanto, con nuestra responsabilidad para mitigarlo”.

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