INTERNACIONAL
La fiebre del Super Bowl ha tomado las calles de Nueva Orleans, una ciudad con historia en la NFL, que se prepara para albergar su octavo juego de campeonato, siendo el destino más recurrente para la gran final del fútbol americano.
El Caesars Superdome, sede del evento, espera recibir a cerca de 76.000 aficionados este domingo 9 de febrero, en un encuentro que definirá al campeón de la temporada. Sin embargo, la cifra de visitantes a la ciudad será aún mayor: más de 100.000 personas viajarán a Nueva Orleans para ser parte de la atmósfera única del Super Bowl, incluso sin tener boletos para el partido.
Las entradas para el evento han alcanzado precios astronómicos, con valores que oscilan entre los USD 3.500 y más de USD 25.000 en la reventa, lo que no ha frenado el entusiasmo de miles de seguidores que buscan vivir la pasión del Super Bowl en las calles, bares y espacios públicos de la ciudad.
Uno de los grandes atractivos del fin de semana es la ‘NFL Experience’, una feria interactiva instalada en el Centro de Convenciones de Nueva Orleans, donde los seguidores pueden sumergirse en el mundo del fútbol americano.
