POLÍTICA
A tan solo una semana de que se instale la nueva Asamblea Nacional, el ministro de Gobierno, José De La Gasca, anunció este martes 6 de mayo, que los nueve legisladores electos por el movimiento indígena Pachakutik han alcanzado un acuerdo con el Gobierno del presidente Daniel Noboa.

“La construcción de alianzas que suman al país continúa. El camino hacia el Nuevo Ecuador se consolida con la unidad y el compromiso por el bien común”, escribió De La Gasca en su cuenta de Instagram, acompañado de una fotografía en la que posa junto a siete de los asambleístas de Pachakutik, entre ellos Carmen Tiupul, Cecilia Baltazar y Alex Toapanta, quien ha sido designado como coordinador del bloque legislativo.
El ministro aseguró que esta adhesión refuerza el proyecto político del Ejecutivo y destacó que, “cuando se antepone el amor por el país, es posible trabajar juntos por el progreso colectivo”.
Este respaldo es clave para el oficialismo, representado por Acción Democrática Nacional (ADN), que busca alcanzar una mayoría absoluta en la sesión inaugural del Legislativo el próximo 14 de mayo.
Con los nueve votos de Pachakutik, el bloque de gobierno suma ahora 75 asambleístas, acercándose al número necesario para definir las nuevas autoridades del Parlamento.
Sin embargo, los términos específicos del acuerdo no han sido revelados públicamente, ni se ha informado qué espacios ocuparía Pachakutik dentro de la estructura legislativa.
El anuncio provocó una reacción contundente del presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Leonidas Iza, quien cuestionó duramente el pacto, calificándolo de “traición” a los principios del movimiento indígena.
“Hoy me dirijo al país con el corazón dolido, pero con el espíritu firme”, expresó Iza en un comunicado, lamentando que la decisión de los legisladores de Pachakutik representa un “error político” y una “venta de la dignidad de los pueblos a cambio de cuotas de poder”.
Iza fue enfático al señalar que esta alianza con el Ejecutivo “no refleja el sentir de nuestras bases ni responde al mandato de lucha y dignidad que ha caracterizado al movimiento indígena ecuatoriano”.
La fractura entre Pachakutik y la Conaie reabre tensiones internas en el movimiento indígena, históricamente clave en la política ecuatoriana, y plantea interrogantes sobre la cohesión de sus representantes en la nueva legislatura.
El escenario político se intensifica a pocos días de la instalación del nuevo periodo legislativo, mientras el Gobierno de Noboa busca consolidar alianzas estratégicas que le permitan gobernabilidad en un Parlamento diverso y fragmentado.