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miércoles, abril 30, 2025

“Pandilla gobernante” 

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En una entrevista televisiva, la Vicepresidenta de la República calificó al actual equipo del régimen de Noboa de “Pandilla gobernante”. Según la Academia de la lengua, pandilla es un “grupo de amigos que suelen reunirse para divertirse en común”. Esta acepción, al parecer no encajaría a la intención comunicativa de la Vicepresidenta.  Se refería más bien a la segunda acepción de pandilla: “Grupo de personas que se asocian con fines delictivos o embaucadores” con sus respectivos sinónimos como banda (de pillos), caterva (de criminales), cuadrilla (de bandidos, malhechores, ladrones, atracadores, delincuentes, forajidos).

Los ecuatorianos, entre la impotencia y la indignación, escuchamos con frecuencia voces de políticos insultadores. Rafael Correa, en sus 10 años de sabatinas, profería insultos a diestra y siniestra. Según una investigación, se contabilizaron más de 500 insultos del expresidente dirigidos a políticos, empresarios, periodistas, ecologistas, activistas de derechos humanos, educadores y hasta a habitantes de la calle …He aquí algunas “perlas” dirigidas a mujeres a quienes, al parecer, no les tenía mucha simpatía: “Gordita horrorosa, mujer falsa, mediocre, desadaptada, sesgada, seudoecologista, mentirosa, manipuladora, fracasada, neuróticas, malcriada, soberbia, desquiciadas”.

Uno de los insultos más procaces en el trajinar político fue el proferido por una lideresa indígena, actual prefecta de Cotopaxi, cuando tras el anuncio de algunas medidas económicas dictadas por el gobierno de Lenín Moreno, advino una ola de movilizaciones a nivel nacional realizadas en octubre de 2019 con pérdidas millonarias para el país. “Patojo cachudo” le dijo al Presidente ante un auditorio que aplaudía rabiosamente.

¿Son imprescindibles los insultos en las lides políticas y reivindicaciones sociales?  ¿Son testimonios del estado moral en el que nos hallamos? ¿Podemos admitir que una pandilla de embaucadores, pillos, criminales, bandidos, malhechores, ladrones, atracadores, cuatreros, delincuentes, forajidos integren el equipo del actual gobierno, según lo afirma la Vicepresidenta?¿Esos son la clase de políticos que están al frente de los destinos nacionales? ¿La Vicepresidenta como política es parte de esa podredumbre que tanto daño hace al país?

¿Los 18 millones de ecuatorianos estamos en manos de pandilleros que saquea los fondos del Estado con cinismo y desfachatez? ¿Qué hacemos para librarnos de los políticos pandilleros que cometen una serie de sinvergüencerías: sobornos, coimas, sobreprecios, fraude electoral, tráfico de influencias, sentencias parcializadas de los jueces, concursos amañados, y hasta el silencio cómplice y otras maravillas?

No hace bien al país que las pasiones políticas nos lleven a emitir enunciados venidos del rencor, del odio, de las frustraciones. En las altas investiduras del poder político, deben prevalecer la prudencia, la mesura, el equilibrio, la sensatez. Lo contrario constituye una amenaza permanente a la estabilidad democrática.

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