Ayer, 12 de Junio, se recordó el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, en el marco del compromiso planetario para trabajar por la erradicación de este flagelo. El compromiso histórico de los dirigentes mundiales, firmado hacer más de tres décadas al aprobar la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, se ha convertido en el acuerdo de derechos humanos más ampliamente ratificado de la historia y ha contribuido a transformar la vida de niños de todo el mundo. Lamentablemente, aún no se ha logrado que todos los niños disfruten de una infancia plena; todavía muchas infancias terminan antes de tiempo.
Si se toma en cuenta que, según los organismos internacionales, “168 millones de niños y niñas son víctimas en el mundo” del trabajo infantil, la proclamación del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, no deja de ser un enunciado teórico, lleno de buenas intenciones frente a una realidad que no lograr asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo de niños y niñas y adolescentes repartidos en todos los continentes.
No hay que olvidar que el mundo del trabajo, no es el mundo de la niñez, porque como bien indica el Gobierno nacional, el “ trabajo infantil priva a los niños de su infancia y perjudica su desarrollo físico y psicológico”, porque Los niños tienen que desarrollar su personalidad mediante el juego y a través de la relación con sus familiares, amigos y de su incursión plena en el sistema educativo .
La normativa ecuatoriana, en el marco del Sistema de Protección y Equidad (artículo 46), como en el Código de la Niñez y Adolescencia (CNA) puntualiza algunas especificidades relativas al trabajo infantil, como la autorización de los padres para menores de 15 años, el tipo de trabajo, la límite horas diarias y otros aspectos siempre que no perjudique el derecho a la educación y cumpla con todas las garantías legales y laborales, como mecanismos para proteger su integridad y garantizar su desarrollo.
Si se revisan los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos INEC, existen 360.000 niños y niñas menores de 18 años en situación de trabajo infantil a nivel nacional. En Cotopaxi, Bolívar y Chimborazo la incidencia del trabajo infantil está alrededor del 20% de niños y niñas.
