SUCESOS
Un lamentable caso de presunta negligencia médica ha generado conmoción en Riobamba. Ingrid S., de 34 años, perdió a su hijo recién nacido el pasado jueves 14 de noviembre, en un incidente que involucra procedimientos cuestionables en una clínica privada de Chambo, provincia de Chimborazo.
Según el testimonio de Gissela S., hermana de la víctima, Ingrid se encontraba en su etapa final de gestación y acudía regularmente al Hospital Militar de Riobamba, donde tenía programado su parto entre finales de noviembre y principios de diciembre. Sin embargo, debido a que esta institución no cuenta con hospitalización, fue derivada a otras opciones, optando finalmente por la Clínica Chambo Medical Center, tras recibir referencias negativas sobre un Hospital de Riobamba.
El martes 12 de noviembre, Ingrid acudió a un chequeo en la clínica seleccionada, donde una de las Doctoras de la clínica afirmó que el bebé ya estaba a término y enredado en el cordón umbilical, por lo que recomendó programar una cesárea de emergencia. Aunque las fechas del parto no coincidían, se administró medicación para “madurar los pulmones” del bebé y se programó la cirugía para el día siguiente.
El miércoles 13 de noviembre, Ingrid ingresó a la clínica para la cesárea a las 7:00 p.m. Durante la operación, se produjo un corte de energía eléctrica, y el procedimiento continuó con una planta de emergencia. A las 9:15 p.m., la doctora informó que la madre había sufrido un desgarro uterino, pero estaba estable. Sin embargo, el recién nacido presentaba graves complicaciones.
El pediatra habría llegado casi tres horas después del nacimiento y determinó que el bebé requería traslado urgente a Riobamba debido a su estado crítico. A pesar de la gravedad, el traslado se realizó en un vehículo particular, sin las condiciones médicas adecuadas, como una incubadora, lo que agravó la situación del recién nacido.
El bebé llegó al Hospital de Niños de Riobamba a las 10:20 p.m., donde los médicos confirmaron que había nacido prematuro, con solo 34 semanas de gestación, y presentaba insuficiencia cardiorrespiratoria e inmadurez pulmonar. Pese a los esfuerzos médicos, el bebé falleció a las 2:20 de la mañana.
“El certificado de defunción indicó paro cardiorrespiratorio como causa principal de muerte, asociado a insuficiencia cardiorrespiratoria e inmadurez pulmonar” dice Gissela.
La familia de Ingrid ha presentado una denuncia en la Fiscalía por presunta mala práctica médica. Gissela S. cuestiona la falta de infraestructura y protocolos en la clínica, como la ausencia de una incubadora y personal adecuado, así como el manejo del traslado del bebé. “Todo apunta a que mi sobrino murió por negligencia”, afirmó.
Hasta el momento, no ha habido comunicación oficial de los responsables de la clínica. Ingrid recibió la alta voluntaria y se encuentra bajo atención médica y psicológica tras la pérdida de su hijo.La familia exige una investigación exhaustiva y que se sancione a los responsables
Relato de Gissela S. Hermana de Ingrid
La muerte de mi sobrino, un recién nacido, es algo que no debería haber pasado. Fue el resultado de lo que yo considero una mala práctica médica, y quiero compartir lo que vivimos como familia. Mi hermana, Ingrid, tenía 34 años y estaba embarazada. Su parto estaba programado entre la última semana de noviembre y la primera de diciembre. Durante su embarazo, asistía a sus chequeos en el Hospital Militar de Riobamba, que en ese momento no contaba con hospitalización directa. Por eso, trabajaban con prestadores de servicios como el Hospital Andino y la Clínica Chambo Medical Center.
Todo comenzó cuando Ingrid fue a tramitar el pase para la hospitalización. En ese proceso, se encontró con una antigua compañera de colegio que le recomendó la Clínica Chambo Medical Center, mencionándole que uno de los Hospiatles de Riobamba tenía antecedentes de malas prácticas. Mi hermana, confiando en la recomendación, decidió optar por Chambo.
El martes 12 de noviembre de 2024, Ingrid acudió a la clínica para un chequeo. Al día siguiente, miércoles 13, la doctora de dicha clínica le hizo un examen y le dijo que el bebé ya estaba a término. Esto nos extrañó porque el parto estaba programado para varias semanas después. Mi hermana, preocupada, preguntó si no había un error, pero la doctora aseguró que, según el peso, la talla y porque el bebé estaba enredado con el cordón umbilical, era necesario hacer una cesárea de inmediato.
La doctora le aplicó una inyección para madurar los pulmones del bebé y le indicó que se colocara otra al día siguiente en Riobamba, antes de regresar para la cesárea. Todo parecía estar bajo control. El jueves 14, Ingrid volvió a la clínica con los exámenes listos, y alrededor de las 7:00 de la noche la ingresaron para operarla.
Pero ahí comenzaron los problemas. Durante la operación, se fue la luz y tuvieron que conectar una planta eléctrica. Desde el momento en que Ingrid ingresó al quirófano, nadie nos daba información. Una enfermera incluso respondió de manera grosera que no sabía nada. A las 9:15 de la noche, finalmente salió la doctora y nos dijo que mi hermana había tenido un desgarro en el útero, pero estaba estable. Sin embargo, el bebé estaba en estado grave.
El pediatra llegó tarde, casi a las 9:30 de la noche, y nos confirmó que el bebé estaba crítico. Decidieron trasladarlo al Hospital de Niños en Riobamba, pero no lo hicieron en una ambulancia como debería ser. Usaron un vehículo particular, un InDriver, sin las condiciones necesarias: sin incubadora, solo con oxígeno portátil.
Cuando el bebé llegó al hospital, estaba en estado crítico. La doctora de la clínica Chambo incluso admitió que había un error: el bebé no estaba a término, era prematuro de 34 semanas. En Riobamba, los pediatras hicieron todo lo posible, pero me llamaron para decirme que el bebé había estado sin oxígeno por tres horas y que su frecuencia cardíaca era extremadamente baja.
Finalmente, mi sobrino falleció a las 2:20 de la mañana. La autopsia reveló que murió por un paro cardiorrespiratorio, insuficiencia cardiorrespiratoria e inmadurez pulmonar. Todo apunta a una negligencia médica en la clínica de Chambo. Hemos puesto la denuncia en Fiscalía, pero los médicos de la clínica no se han hecho responsables. A mi hermana le dieron el alta voluntaria, y ahora seguimos esperando justicia.