La capilla del hospital Geriátrico Dr. Bolívar Arguello, fue el escenario en donde este pacto de amor se selló; ayer en horas de la tarde,
se llevó a cabo el matrimonio eclesiástico de Manuel Montero y Hercilia Montero, paciente de esta casa de salud.
Hercilia y Manuel son los protagonistas de esta historia de amor, Hercilia ha recibido su tratamiento en el Hospital Geriátrico, escogió este lugar para cumplir su sueño de casarse por la iglesia con el amor de su vida,
porque la considera su segunda casa “los doctores son mis amigos, siempre me han cuidado” mencionó.
La médico geriatra, Gisela Yerovi, fue la madrina de esta ceremonia eclesiástica a la que asistieron familiares, autoridades y personal de salud.
Los mismos que organizaron un emotivo evento para que la novia llegue al altar vestida de blanco y fortalezcan los lazos de amor con su querido Manuel.
Héctor Pulgar, coordinador Zonal 3 de Salud, manifestó que “nuestra obligación es cuidar de cada uno de nuestros pacientes,
no solo brindamos atención con calidad, nuestro valor agregado es la calidez que reciben de cada uno de los profesionales, nos complace saber que Hercilia eligió este lugar para tan importante evento”.
De la misma manera, Manuel, con quién ha compartido por más de 50 años, expresó que “siempre hemos estado en las buenas y en la malas,
siempre la he querido y siempre le querré, me siento feliz, aunque hubiera querido que sea en otra ocasión con una fiesta, pero me siento feliz de cumplir el sueño de mi señora”, añadió.
Por su parte, Blanca Paredes, presidenta del Club Años Dorados, mencionó que ella siempre ha sido una mujer con espíritu dinámico, siempre participaba en las actividades, por lo que tienen los mejores recuerdos.
“Me siento muy feliz, hemos arreglado la mesa, la iglesia, le hemos ayudado visitándole, participándole, animándole, que no decaiga”, aseguró.
Finalmente, Darwin Poveda, director del Hospital Geriátrico, manifestó su total apoyo en todas las actividades que los adultos mayores realizan.
“Siempre estoy a las órdenes, ver una sonrisa refleja en su rostro es nuestra mayor recompensa”. (13).
Con música y efusivos aplausos, Hercilia y Manuel prometieron amarse hasta el final de sus días.
