Artículo De Opinión I Hugo Moreno
La participación de hombres y mujeres en las contiendas electorales ha cambiado significativamente, en el fondo y en la forma. Antes de la constitución del 2008 para ser candidato debía pertenecer a un partido político o por lo menos ser auspiciado por el mismo. Cada partido político tenía una estructura ideológico política y mantenían jornadas de capacitación y preparación para acceder a una candidatura que, además de conocer y vivir los principios filosóficos y éticos de su partido reunían las condiciones académicas, administrativa y éticas para ejercer un cargo de servicio a la comunidad, sin esperar nada a cambio, más bien en muchos casos, el patrimonio familiar se puso al servicio de la sociedad.
Hoy, cualquier persona, con tamaña irresponsabilidad, sin la formación académica, administrativa, sobre todo ética y condiciones y demostración de entregar su vida al servicio de los demás, se ofrecen como candidatos y candidatas, sin principios ideológicos y propuestas que reflejen y concuerden con sus ideas y el modelo de vida de su partido o tienda política.
En este contexto, los riobambeños y chimboracenses estamos expuestos a que cualquier individuo represente el destino de la ciudad y la provincia. Es hora de que los que pretenden una candidatura midan sus condiciones y capacidades, especialmente la entrega de su tiempo y su vida por la vida de los demás.
Están a tiempo para desistir o para pedir a muchos académicos y hombre y mujeres de bien que se mojen la camiseta del servicio a la comunidad y acepten ser candidatos para poner al servicio sus capacidades y experticias.
No queremos fiascos politiqueros para nuestro fututo que es de las nuevas generaciones.