Ciertamente es un milagro lo ocurrido en el Km 55 de la vía Cuenca-Molleturo, donde solo 12 perecieron en ese lamentable accidente, de los más de cuarenta pasajeros que transportaba la Cooperativa Señor de los Milagros, todos entusiastas hinchas del Barcelona Sporting Club de la ciudad de Guayaquil, que acudieron a apoyar a su equipo en el juego con Deportivo Cuenca. Como era de esperarse la Agencia Nacional de Tránsito dispuso la suspensión de la cooperativa Señor de los Milagros, de Daule, por no contar con el permiso para circular fuera de la provincia del Guayas, e informó que el conductor del bus, que se dio a la fuga, tenía una licencia con 18 puntos.
Este suceso trágico en la carretera Cuenca-Molleturo es uno más de los tantos que a diario ocurren en todo el territorio ecuatoriano, donde la sangre de niños, jóvenes, ancianos, de madres corre a raudales. Esta vez les tocó el turno a jóvenes seguidores de un club deportivo.
¿Pero, cuál es la causa más recurrente que lleva dolor y lágrimas a miles de hogares ecuatorianos? La Agencia Nacional de Tránsito (ANT), ha señalado que es el irrespeto a las señales de tránsito por parte de los conductores, particularmente del chofer profesional, quien tiene una altísima responsabilidad social en sus manos, ligada a la vida misma, la suya, la de su familia y la de sus clientes o usuarios.
El tema, sin duda alguna, reviste una importancia vital, y la ciudadanía debe involucrarse, desde la prevención, la educación y la cultura para colaborar con la policía; pero sobre todo, en una cultura de respeto a las leyes de tránsito. Hay que evitar que el irrespeto a esas leyes, rompan la paz y tranquilidad de los hogares ecuatorianos. Que nunca más la imprudencia, el alcohol, el exceso de velocidad, el irrespeto a las señales de tránsito, en suma, el irrespeto a las leyes lleven dolor muerte al territorio ecuatoriano.