¿Para qué estudiar?
Por: Edgar Frías Borja
Pareciera que cunde la desesperanza en la juventud, cuando plantean la interrogante del ¿Para qué estudiar? De seguido la respuesta está en, si no hay trabajo, si el futuro del pueblo ecuatoriano está hipotecado al desempleo, a la corrupción, al tráfico de influencias, a la indiferencia estatal, a una educación con currículos anquilosados al pasado.
Desgraciadamente esta aterradora realidad, se va haciendo más evidente en la reflexión, conducta y razonamiento de una juventud que no encuentra un horizonte claro para su futuro. Este fenómeno se agrava aún más, cuando a las pocas plazas de trabajo acceden personas que se valen del palanqueo, del compadrazgo o de la coima; mas no, de blandir méritos o preparación alguna.
Tecnólogos, licenciados, ingenieros, doctores, magísteres y hasta PhD, pululan de arriba abajo, en busca de una plaza de trabajo. Si son jóvenes, les piden experiencia, si son viejos, son rechazados por la edad; en fin la vía crucis es de toda manera desalentadora.
A este fenómeno se une el desenfoque en la preparación de los noveles profesionales. Un currículo de carrera que no responde a las necesidades reales del país, de la empresa pública o privada. El divorcio entre la escuela, el colegio y las instituciones de educación superior son una realidad innegable. Las políticas de estado, en materia de educación, son casi nulas.
El Ecuador ha vivido de reforma en reforma y de contra reformas. Somos expertos para copiar modelos educativos extranjeros que no se ajustan a nuestra realidad, ni a nuestra idiosincrasia. De paso mal copiadores.
Los o las ministros de educación, bailan al son de la ideología del gobernante de turno, en materia educativa. Los expertos del ministerio son unas verdaderas lumbreras con un ego absoluto, lo dicho por ellos es una sentencia absoluta, aun cuando esta, sea contra natura.
Como soñar no cuesta nada, lo único que se puede esperar ante este galimatías educativo, es aspirar que los nuevos salvadores de la Patria que elegiremos el 20 del mes en curso, ya dejen de tomar a la educación como conejillo de indias y devolvamos la esperanza a una juventud desesperanzada y sin un norte claro y seguro.(fedgar_unedsa@yahoo.com)