¿Y Ahora quién?
Artículo de Opinión Por: Edgar Frías Borja
¿Y Ahora quién? Parece ser la gran pregunta, cuando el Ministerio de Educación del Ecuador, ha decidido incrementar en el currículo escolar del próximo Año Lectivo 2024-2025 la asignatura de Cívica. Pues, ¡Quién lo va dictar o enseñar esa materia? Las Instituciones educativas de la sierra y el oriente, deberán improvisar al docente. Será escogido bajo qué parámetros o perfil? Entrará en juego el sentido “a ojo del buen cubero”.
Tantas incógnitas saltan a la vista y la respuesta no resulta fácil. Recordemos que esta propuesta nace como una exhortación del (Cosepe) Consejo de Seguridad Pública, al Ministerio de Educación, para que se incluya en el currículo Cívica, Ética y Valores.
Qué papel van a desempeñar el conjunto de actores u operadores de la educación, los padres de familia, la sociedad, en este proceso de apropiamiento de los contenidos y su evolución. O nuevamente vamos a la experimentación, a la improvisación o ver que es lo que pasa más adelante.
Se entiende que el docente encargado de llevar adelante esta responsabilidad, debe estar dotado no solo de los conocimientos relacionados con los temas a tratarse, sino que debe de tener una afinidad con los mismos, en cuanto a su personalidad y conducta. En otras palabras debe manar un efluvio de características y valores, para que su tarea sea convincente y ejemplar. Gran responsabilidad para las autoridades institucionales, habida cuenta del gran deterioro sufrido en la escala de valores por la sociedad actual, no ofrece el referente necesario para el éxito de la tarea.
Claro está, que es en el hogar, dónde debe gestarse este tipo de enseñanzas y cambios, con el ejemplo de los padres y la familia en su conjunto. En razón de que, la primera escuela es la familia, donde se inicia el proceso de enseñanza al niño, de los valores éticos y morales; y, en la institución educativa se los reafirman los mismos.
Solo con el ejemplo podemos cambiar los patrones de conducta que hoy en día se practican. Los niños y los jóvenes de este tiempo, han sido vilmente alienados con tantos malos ejemplos, provenientes de nuestra clase política y otros actores del caos, desorden y turbulencia social a la que vivimos abocados.
Pues, entendiéndose que la educación, es un hecho social complejo, en el que se halla inmersa toda la sociedad, nos hace prever que la educación tendrá el norte a donde ella apunte. Por eso se dice que la educación debe de ser vivencial, holística, comprometida con los grandes objetivos nacionales y humanos.
Como soñar no cuesta nada, el retomar la Cívica dentro del proceso de formación de los individuos, debe merecer no solo los augurios de éxito, sino el compromiso de todos los estamentos de la sociedad; y no solo, de las instituciones educativas o de los maestros a quienes se les asigne gravísima responsabilidad histórica. El cambio de conducta, hábitos y costumbres, nos hará una sociedad mejor. (fedgar_unedsa@yahoo.com)