Por: Edgar Frías Borja
Cuando leo o escucho estas palabras, se me hace churo el shungo y la incredulidad se apodera de mi ser. Inmediatamente me pregunto ¿Cómo puede ser posible, que hayamos llegado a caer tan bajo? que, a la otrora nación de supremos valores éticos, morales y cívicos, se le indilgue tan funesto calificativo. Me resisto a caer en la tentación de pensar siquiera, que mi amado país, esté envuelto en semejante rara realidad.
Pues, Ecuador considerado hace pocos años atrás, como una isla de paz, entre la convulsionada Colombia y el agitado Perú; naciones hermanas con un gran índice de beligerancia, propiciado por los grupos armados de las FARC-EP, Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo, una organización guerrillera insurgente de extrema izquierda; y, el FNL, Frente Nacional para la Liberación, también organización guerrillera insurgente, narcotraficante y terrorista de extrema izquierda, de Colombia.
En cambio, en Perú, Sendero Luminoso (PCP-SL), una organización subversiva y terrorista, que en mayo de 1980 desencadenó una guerra al interior del país hermano; y, el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) también, una organización armada marxista-leninista de inspiración guevarista peruana, mantuvieron en el caos a las dos naciones, sacrificando su desarrollo y bienestar colectivo. En Ecuador, surgió Alfaro Vive Carajo, un grupo revolucionario de izquierda, que, debido a la intervención represiva del gobierno de Lean Febres Cordero, no surgió en sus propósitos de reivindicación.
Entonces, haciendo alusión al criterio del periodista Alexander Clapp, manifestado en un reportaje realizado por él, y respaldado por el Centro Pulitzer, dónde analiza el impacto del narcotráfico en el Ecuador y cuenta cómo la expansión del negocio de la cocaína ha transformado el panorama social, político y económico del país
Además, asevera que, “En los últimos diez años, la cocaína ha transformado a Ecuador de una de las naciones más estables de Sudamérica, con calles más seguras y niveles de vida más altos que muchos de sus vecinos, en la nación más peligroso del continente”. periodística. Además, asegura que el año pasado se registraron más de 8.000 asesinatos.
Y para concluir con el lúgubre relato, también trata el tema sobre Durán, donde según se reporta “gran parte del aparato del Gobierno ha sido secuestrado por mafiosos, teniendo el derecho a ser la capital mundial del asesinato; ya que, en promedio, alguien es asesinado allí, cada 19 horas”. Como soñar no cuesta nada, absorto y apenumbrado ante esta cruel realidad y calificativo, a los ecuatorianos de bien, debe estremecernos nuestra humanidad y sacar fuerzas de unidad y fraternidad ecuatorianas, para luchar por revertir esta triste realidad y asegurarnos que este tipo de cosas, no prosperen más en nuestra Patria amada.