Las tragedias viales de los últimos días, especialmente del bus de la Cooperativa Señor de los Milagros de Daule , que se accidentó en la vía Molleturo-Cuenca, con 12 hinchas de barcelonistas fallecidos y más de 20 heridos, ha puesto sobre el tapete, el análisis y preocupación de la ciudadanía, la tendencia generalizada de dueños y choferes de vehículos particulares y de transporte público de acudir a centros de revisión sin equipos técnicos especializados, centros donde se realiza simplemente una revisión visual. Así lo revelan las estadísticas.
El suceso trágico en la carretera Cuenca-Molleturo, uno más de los tantos que a diario ocurren en todo el territorio ecuatoriano, tiene que ver con esta irresponsable modalidad de revisión vehicular, una de las causas que riegan a raudales las vías con la sangre de niños, jóvenes, ancianos, de madres.
Pero a más de la mencionada, la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) ha señalado el irrespeto a las señales de tránsito por parte de los conductores, particularmente del chofer profesional, como la causa más recurrente de los accidentes en las vías.
Como lo hemos dicho antes, el tema, sin duda alguna, reviste una importancia vital, y la ciudadanía debe involucrarse, desde la prevención, la educación y la cultura para colaborar con la policía; pero sobre todo, en una cultura de respeto a las leyes de tránsito. Hay que evitar que el irrespeto a esas leyes, rompan la paz y tranquilidad de los hogares ecuatorianos. Que nunca más la imprudencia, el alcohol, el exceso de velocidad, el irrespeto a las señales de tránsito por parte de quienes tienen una altísima responsabilidad social en sus manos, lleven dolor y muerte al territorio ecuatoriano.
