Los instrumentos ancestrales y los que llegaron de otros continentes se debe mantener
En la comunidad Cantarilla de la parroquia San Juan cantón Riobamba vive José Agualsaca, se dedica a la producción agrícola y pecuaria, pero también hay momento libres que toca instrumentos tradicionales.
Añade, que su principal actividad es la agricultura, pero un tiempo trabajó en la construcción, aprendió desde muy joven a tocar la bocina con Pablo Yausén; su tío José Agualsaca le regaló el arpa, y en aprendió a tocar varias canciones en ese instrumento.
Explica que recibe invitaciones para tocar la bocina a lugares como Baños de Tungurahua, su parroquia y diferentes lugares de la provincia de Chimborazo especialmente para cuando hay la fiesta de los toros en las parroquias y comunidades.
Indica que en la bocina son doce tonos y dependiendo de la actividad que se desarrolla, por ejemplo para la entrada de los toros, cuando los toros bravos ya están en el ruedo, también para convocar a las mingas y a la construcción de casas, no falta en las fiestas de los toros de Calpi y Gatazo.
La principal canción que entona en el arpa es el carnaval, toca con mucho gusto en las reuniones de las familias y en las comunidades; también le invitan para que toque en los momentos tristes especialmente los duelos, los familiares de los fallecidos le solicitan que acuda a tocar el arpar en las casas.
Son muchos años que su tío adquirió el instrumento, pero José Agualsaca aprendió desde cuando tenía 18 años en su comunidad, hoy tiene 75 años. Desgraciadamente sus primos no les gustó la música. (09)
