En Ecuador, 1 de cada 4 niños menores de 5 años sufre desnutrición crónica, según Unicef. Esta situación es más grave para la niñez indígena: 1 de cada 2 niños la padece y 4 de cada 10 presentan anemia.

La desnutrición condiciona el pleno desarrollo de un niño y deja huellas para toda la vida. Los menores que la padecen tienen más probabilidades de convertirse en adultos de baja estatura, obtener menos logros educativos y menores ingresos económicos durante su edad adulta.
Esto tiene un impacto, no solo a nivel individual, sino que afecta el desarrollo social y económico de las comunidades y los países. Para tratar el tema de la desnutrición infantil, este diario entrevistó a Jairo San Andrés, nutricionista clínico del Hospital Teodoro Maldonado Carbo (HTMC) del IESS.
¿Cómo debe alimentarse la madre embarazada para que su hijo al nacer no padezca de desnutrición infantil crónica? Debe tener una dieta balanceada y equilibrada dependiendo si tiene antecedentes patológicos previos, por ejemplo, si hay diabetes gestacional o preeclamsia.
En el caso de ser una paciente que no tiene un antecedente patológico, puede llevar una dieta equilibrada según la necesidad de la persona, siempre aumentado un exceso calórico aproximado de 300 calorías.