2019: interrogantes y expetativas

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on whatsapp
WhatsApp
Share on email
Email

¿Qué nos deparará a los ecuatorianos el  año 2019? Hay un sinfín de interrogantes al respecto, en el plano personal, familiar, institucional, nacional y mundial. Para comenzar. ¿Quiénes serán ungidos  como alcaldes, prefectos, concejales y miembros de las juntas parroquiales del Ecuador?¿Cómo se alinearán las fuerzas políticas en la Asamblea?¿Se ventilarán los casos de corrupción que han conmovido la conciencia ciudadana?  ¿Se realizará una verdadera cirugía mayor? ¿Se dejará de proteger  a la gente de la Revolución ciudadana y de Rafael Correa que casi nos hacen trizas?  ¿Logrará el País revertir la situación y salir airoso frente al futuro? ¿Subirán los precios del petróleo para  alivio de la economía ecuatoriana?  ¿Qué de la deuda externa e interna, qué del extrativismo, qué del empleo y desempleo?¿Saldrá por fin, de nuestra embajada en Londres, el malagradecido e irrespetuoso Asangge?¿Habrá menos sangre en las vías en este año?  Y hasta no faltará alguien que se pregunte quién será el nuevo campeón de fútbol 2019?

Y en el plano internacional también hay que preguntarse sobre las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China y su incidencia en el equilibrio mundial, sobre las repercusiones continentales de la llegada al poder del izquierdista López Obrador en México y del ultraderechista Bolsonaro en Brasil,  sobre la inenarrable situación del pueblo venezolano.. Esto entre lo más relevante del entorno latinoamericano.

¿Y qué decir de las drogas y el terrorismo internacional? ¿Qué de la trata de personas y el acoso sexual a niños y niñas?¿Qué de los niños del mundo privados de la alegría de la infancia a causa del hambre, de las guerras y del egoísmo de los adultos, según afirmación del papa Francisco?

El 2018, ciertamente,  fue un año difícil para el Ecuador, marcado especialmente por escándalos de corrupción, por  la caída de los precios del petróleo lo que determinó  serios problemas en el sector publico que se vio obligado a más endeudamiento,  a recortar el presupuesto, a  eliminar el subsidio  en los combustibles y otras medidas de menor impacto.  En cualquier caso, el panorama del 2018 no fue tan alentador.

Y ya estamos instalados en el 2019. El gobierno deberá trabajar fuertemente para que no se pierda plazas de trabajo, para promover la inversión, para evitar que la economía se deprima llevando adelante una política económica de más austeridad y de definiciones más alentadoras.

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on whatsapp
WhatsApp
Share on email
Email