La noticia de que la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT) sufrió un ataque a sus sistemas parece que se queda en el aire. Ese presunto hackeo, de alta sofisticación, como lo informó la empresa pública, ya lleva más de un mes y sigue sin una solución total.
Días después, de denuncias en Fiscalía, tratamiento desde la Asamblea Nacional y malestar de usuarios en redes sociales, la operatividad de CNT se ha ido recuperando, pero, sin estabilizar todos los servicios corporativos.
El contact center sigue caído y ningún cliente puede comunicarse a través de los canales electrónicos. Ha sido imposible concretar ciertos trámites y algunos servicios no pueden ser contratados, suspendidos ni cancelados.
Lo lamentable no deja de ser la escasa claridad con la que la Corporación Nacional de Telecomunicaciones maneja el secuestro de sus sistemas. Por existir una denuncia, y a fin de no entorpecer el proceso de investigación, la empresa ha mantenido el sigilo de la información, situación que solo deja dudas e incertidumbre.
Esta semana se anunció el cambio de gerente en CNT. Con seguridad lo primero será ir tomando el control sobre lo que sucede con el hackeo, además de optar por una solución en atención ciudadana, ya que por ahora la aglomeración de personas en las oficinas de la empresa es interminable, con todos los canales electrónicos caídos.
