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El Tribunal Contencioso Electoral (TCE) resolvió este miércoles, 6 de noviembre de 2024, que el alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, deberá pagar una multa de USD 9 660 y ofrecer disculpas públicas a la asambleísta Lucía Jaramillo, tras ser hallado responsable de violencia. política de género. La decisión responde a una denuncia presentada por la legisladora el 19 de agosto, luego de que Álvarez la calificara como “niña vagabunda” en un mensaje público.
La sentencia del TCE declara que Álvarez cometió una infracción electoral muy grave al incurrir en violencia política de género. Además de la multa económica, el Tribunal ha ordenado que el alcalde retire la publicación original en la plataforma X (antes Twitter) en un plazo de 10 días y se abstenga de referirse públicamente a Jaramillo en cualquier medio. La sanción también establece que Álvarez deberá fijar una disculpa pública en su perfil de X, manteniéndola visible durante 30 días, y cursar 20 horas de capacitación en temas de sensibilización contra la violencia de género.
Álvarez, por su parte, reaccionó enérgicamente a la resolución a través de una publicación en X, donde reiteró su negativa a disculparse. “Jamás pediré disculpas por decir la verdad. La vagancia no tiene que ver con género”, señaló. A su vez, el alcalde aludió a un informe de la Contraloría, alegando que este respaldaba su afirmación de que Jaramillo “jamás acudía a su lugar de trabajo”.
En su pronunciamiento, Álvarez planteó que, si su postura le costara la destitución, “vengan a hacerse cargo de un Guayaquil que quedó destrozado”. Manifestó, además, que el Gobierno central persigue sus gestiones con acciones estatales, afirmando que enfrenta una persecución institucional que ha afectado sus actividades y negocios en la ciudad.
El alcalde también aprovechó para cuestionar el rol del Tribunal y de la Asamblea Nacional, acusándolos de dedicar su tiempo a casos que calificó de “pendejadas” en vez de atender la crisis de energía eléctrica y otros problemas prioritarios del país. “Estamos como estamos: en la miseria”, concluyó.
Álvarez no solo mantiene su postura sin intenciones de cumplir con la disculpa pública, sino que su declaración desafió las medidas impuestas, exponiendo tensiones políticas entre el municipio de Guayaquil y el Gobierno central.