TURISMO
Las diferentes caídas de agua y termas que brotan de la mama Tungurahua, forman parte de hermosos paisajes que atraen a los amantes de la naturaleza a visitar Penipe. El Ojo del Fantasma, se ha convertido el lugar predilecto de turistas nacionales y extranjeros.
Ubicado en la parroquia Puela del cantón Penipe, este enigmático lugar durante los últimos años se ha convertido en uno de los sitios favoritos de cientos de aventureros que, cansados de la monotonía y el ruido de la ciudad, acuden en busca de tranquilidad y renovar sus energías, pues sus paisajes, pintorescas cascadas y la diversidad de flora y fauna la hacen única. Se preguntarán si su acceso es complicado o únicamente su sendero está destinado para experimentados exploradores, pues la respuesta es no. Para llegar a esta cascada hay dos rutas en la vía Penipe-Baños: una, por la parroquia Puela, y la otra por la parroquia El Altar. Los dos caminos convergen en un puente sobre el río Puela, donde un letrero anuncia el tramo de las cascadas con indicaciones para recorrerlo. Al inicio los turistas podrán disfrutar de caminatas, camping y fotografía a lo largo de las riveras del Río Puela; además, pueden adentrarse hasta la cascada del Batán, y desde ese sector emprender una travesía de aproximadamente 40 minutos, que los trasportará hasta las vertientes de agua mineral, disfrutar de las aguas termales, bañarse y aplicarse incluso mascarillas del barro en el Ojo del Fantasma, debido a sus formaciones rocosas se asemejan a un ojo.