Conocemos extraoficialmente que la Empresa Eléctrica Riobamba SA (EERSA) ha decidido adornar con luces navideñas en este 2022, el parque 21 de Abril (Loma de Quito), en lugar del parque Sucre. y generar un corredor de luces entre la Av. Veloz y las escalinatas que conducen a la iglesia San Antonio de los Franciscanos. Una vez más la EERSA se gana la simpatía y agradecimiento ciudadanos, con esta iniciativa de luces y originalidades al ofrecerle un escenario mágico, popular y de sano esparcimiento al engalanar este Parque.
Al conjuro de una suerte de magia navideña, miles de familias que incluyen a niños y abuelos, a tíos y sobrinos, visitarán el parque rodeado de historia, de civismo y religiosidad. Es el espacio único, acogedor donde los amigos y vecinos se reencontrarán para el saludo y el abrazo casual. Y por supuesto, también es el espacio para que dos manos enamoradas se entrecrucen en instantes de romance y ensueño. Sin descartar la presencia de turistas que, al parecer, crece cada año por este exultante motivo, luego de aciagos días del pueblo por efecto de la pandemia. Estamos seguros que no quedará un vecino de Riobamba que no concurra a vivir instantes maravillosos en un ambiente de afectividad, de enhorabuena, de alegría, de seguridad.
Por otra parte, sabemos que el Colectivo de la Av. Veloz, por propia iniciativa, va vestir de luces navideñas los postes, desde la Calle Jacinto González (a la salida del puente a desnivel) hasta la esquina de la Fiscalía. Sería fabuloso que la EERSA complete el corredor de luces navideñas hasta empatar con la escalinata. Y sería más espectacular, si el corredor partiría desde la Daniel León Borja hasta el redondel de la Loma de Quito. El paisaje citadino nocturno ofrecería una visión alucinante de este sector de la urbe riobambeña.
Estas eventualidades de luz, van más allá del pan y circo, de derroche de fluido; tienen una connotación de sana alegría, de unidad familiar, de oxigenación de la mente y el espíritu. Puede parecer prosaico y banal el concepto, pero el pueblo está dispuesto y tiene derecho a la placidez, satisfacción, gusto, contento ingredientes indispensables de un buen vivir, aunque sea momentáneo, como el concepto de felicidad. La vida misma tiene luces y sombras.
