Con una significativa inversión el Cuerpo de Bomberos de Riobamba, estrenó equipos de protección: botas, chaquetón, jardinera y equipo de respiración para luchar contra “el único enemigo, el fuego” , indumentaria que, junto a dos unidades nuevas adquiridas en Europa, responden a normativas de carácter internacional.
La ciudadanía mira complacida esta dotación al Benemérito Cuerpo de Bomberos. El epíteto de Benemérito que acompaña a la institución de la Casaca Roja es pertinente y merecido. Se lo han ganado con sobra de razones porque su noble misión, que se desenvuelve en “continua espera y tensión”, durante los 365 días del año en la atención de emergencias que se registran en la ciudad y provincia: incendios estructurales y forestales, rescate de personas, inundaciones, entre otras, conlleva una gran responsabilidad social y humana frente a las emergencias de todo orden que deben afrontar a cualquier hora del día o de la noche. De hecho, están prestos y solícitos para apagar incendios, ayudar en las catástrofes, aun con peligro de sus propias vidas para salvar vidas de personas de toda condición social, edad, religión. La ciudadanía los mira pasar con respeto y admiración porque saben que su presencia atenuará el dolor humano.
Para los que visten la casaca roja no hay horario para entrar en acción al son de la sirena que resuena en calles, plazas, carreteras, parques, bosques y otros escenarios donde la destrucción y la muerte pueden ser trágicos componentes del entorno donde les corresponde actuar. Su mérito es grande y no es nada raro que la casaca tenga matices de heroísmo, desprendimiento y altruismo sin límites como se ha podido evidenciar en su lucha titánica en los incendios forestales, donde el fuego llegó a cobrar la vida de algunos jóvenes bomberos.
El Estado debiera brindar todo el apoyo a fin de que estos hombres y mujeres que están en contacto diario con el peligro para salvar del peligro a sus coterráneos, tengan todas las garantías para su benemérita y nobilísima misión.