POLÍTICA
La campaña electoral en Ecuador inició con Daniel Noboa manteniendo simultáneamente su rol como presidente y candidato, lo que genera controversia desde lo electoral hasta lo penal. Noboa, desde el Palacio de Carondelet, llamó a los ciudadanos a respaldarlo en el inicio del periodo de campaña de 33 días, sin mencionar si solicitaría licencia sin remuneración, como lo establece el artículo 93 del Código de la Democracia para candidatos a reelección inmediata.
Según el constitucionalista Salim Zaidán, Noboa parece enfocarse en la primera vuelta, dado el límite temporal de la campaña hasta el 6 de febrero, con elecciones el 9 del mismo mes. Por su parte, Esteban Ron califica el discurso de Noboa como actividad proselitista, ya que solicitó apoyo ciudadano, lo que podría configurar una infracción electoral. Sin embargo, el Gobierno sostiene que no se trata de una reelección en sentido estricto.
La falta de licencia de Noboa contrasta con la postura de otros candidatos de su partido, ADN, quienes no pidieron licencia pero tampoco realizan campaña activa. Además, el Consejo Nacional Electoral (CNE) declaró que no tiene facultad coercitiva para exigir licencias. Mientras tanto, la Asamblea Nacional aprobó una resolución que beneficia a los asambleístas candidatos, pero dejó al margen la situación del presidente.
Esteban Ron advierte que Noboa podría enfrentar denuncias por infracciones electorales bajo los artículos 278 y 279 del Código de la Democracia. Esto incluye inducir al voto mientras ejerce su cargo público o usar recursos públicos con fines electorales. Aunque estas infracciones conllevan sanciones severas, la Constitución impide la destitución de un presidente por esta vía, limitando las acciones legales posibles.
Zaidán cuestiona la imparcialidad del CNE y el Tribunal Contencioso Electoral (TCE), señalando que ambos organismos han favorecido decisiones a favor de Noboa en el pasado. Este respaldo institucional, sumado a una errónea interpretación de la sentencia de la Corte Constitucional de 2010, genera una percepción de excesiva confianza por parte del mandatario y su partido.
Finalmente, el uso de bienes públicos para actividades que podrían ser consideradas proselitistas, como desplazamientos o promoción en redes sociales institucionales, aumenta las críticas hacia Noboa. Para los analistas, esto puede confundirse con una campaña encubierta, desafiando el mandato obligatorio de licencia establecido tras la reforma de 2020 al Código de la Democracia.
El 2 de enero, Noboa designó como vicepresidenta a Sariha Moya hasta el 22 de enero o hasta que la Verónica Abad se presente en la Embajada del Ecuador en Turquía. El Gobierno denunció en Fiscalía a Abad “por un acto de incumplimiento”, al no presentarse en Turquía el 27 de diciembre.