APOYO
Una delegación Kichwa de Pastaza visitó la ciudad de Tena para expresar su apoyo a la lucha de las comunidades indígenas de Napo, que logró detener la construcción de una cárcel de máxima seguridad en Archidona. Este acto de solidaridad refuerza la unidad de las nacionalidades indígenas en la región amazónica frente a proyectos que consideran una amenaza para sus derechos y territorio.

Luis Canelos, presidente de la organización Pkkiru, destacó la importancia de la resistencia como herramienta para proteger principios fundamentales como el Sumak Kawsay (buen vivir), Sumak Allpa (tierra fértil) y Sumak Ayllu (familia armoniosa). “Solo la lucha y la resistencia nos permiten transformar la sociedad”, afirmó Canelos, al tiempo que hizo un llamado a todas las comunidades, pueblos y sectores sociales a permanecer unidos frente a las políticas que afectan al tejido social y cultural de la región.
Canelos también convocó a los hermanos de Napo a participar en la marcha programada para el 19 de este mes. Esta movilización, según explicó, busca vigilar de cerca la respuesta oficial sobre la adjudicación del contrato para la remodelación de la cárcel de Archidona. Además, será un acto de reafirmación del fortalecimiento organizativo y un mensaje contundente de que las nacionalidades indígenas se mantienen firmes en la defensa de sus derechos.
El anuncio de la marcha subraya la relevancia de la articulación entre comunidades indígenas de diferentes provincias amazónicas. La visita de la delegación de Pastaza no solo refleja solidaridad, sino que también refuerza la unidad en torno a una causa compartida: el respeto al territorio, los derechos ancestrales y la autodeterminación de los pueblos.
Con este tipo de gestos, las comunidades amazónicas demuestran su capacidad de organización y resistencia, mientras se mantienen vigilantes ante las decisiones que afectan su vida y sus territorios. La lucha por la preservación del equilibrio entre el desarrollo y la identidad cultural continúa como una prioridad para la región.