10.4 C
Riobamba, EC
sábado, marzo 15, 2025

El autoengaño de candidatos y sus simpatizantes

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email

Por: Antonio Ricaurte

Divierte cómo los candidatos se autoengañan para no caer en depresión y para que sus simpatizantes crean, hasta el final, que ganarán.

Ya lo hemos señalado: los seres humanos tenemos alrededor de 65.000 pensamientos diarios, de los cuales el 95% son repetitivos. Organizamos esos pensamientos según nuestras creencias: únicamente vemos lo que nos conviene para no sufrir. Nos autoengañamos.

Los políticos viven engañando y autoengañados. Engañan para conseguir votos; se autoengañan para no sufrir y mantener su estado de ánimo, y el de sus simpatizantes, en alto.

Los políticos y sus simpatizantes viven en su propio micromundo. Montar una tarima y llenar un parque, una plaza o un estadio les provoca un efecto placebo y, en un momento de éxtasis, llegan a pensar que todo el país los ama y que ganarán la elección por aclamación. Pero solo es una ficción.

Ver una tarima y una concentración, es mirar la misma foto de las campañas de hace 100 años. No llama la atención, no es novedoso, no es distinto. Es como ver todos los días de nuestra vida, la majestuosidad de un cielo estrellado. Ya no nos llama la atención.

Cuando una campaña se vuelve así de aburrida, sin acciones novedosas, sin una línea clara de nueva comunicación política que rompa los esquemas y que provoque conversación, diversión y entretenimiento de la gente, la diferencia se marca por:

⁠ ⁠Los números positivos y negativos de los candidatos (qué porcentaje de la población los quiere o no).

⁠ ⁠⁠La forma de actuar de los candidatos: cómo se diferencian de los políticos tradicionales, en su forma de vestir, hablar, actuar y comportarse.

⁠⁠⁠Cuántos errores cometen unos candidatos con respecto a otros.

⁠⁠⁠Qué candidato se percibe como nuevo y qué candidato se percibe anticuado.

⁠⁠⁠Qué candidato es aburrido y qué candidato es divertido.

⁠⁠Qué candidato tiene fuerza y liderazgo, y qué candidato tiene jefes y es una figura secundaria.

⁠⁠⁠Qué candidato tiene amigos con muy mala imagen y qué candidato no arrastra esos muertos.

Sin un norte estratégico ni estrategias de la nueva comunicación política, no se marca una diferencia ni se provoca un crecimiento abismal en las intenciones de voto.

Mientras, los políticos siguen autoengañados en su mini mundo de tarimas, concentraciones, plazas y estadios llenos, caravanas y visitas a barrios. Es comprensible, tienen que autoengañarse para no sufrir y para mantenerse activos y contentos junto a sus convecinos, pues ya no estamos en la época del Dr. José María Velasco Ibarra.

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email