Se había señalado como claves del milagro educativo finlandés la igualdad, el profesorado, la participación y los servicios básicos. ¿Pero qué significa esto?
La igualdad tiene relación con una sociedad igualitaria que, sin ser socialista ni comunista, ha logrado nivelar un sistema de vida bastante equitativo entre las clases y profesiones existentes, partiendo de aportes altos en impuestos para que se reviertan en los servicios sociales.
El profesorado es un grupo de profesionales formados bajo rigurosidad académica y con un profundo sentido de valores y principios, muy considerado y valorado socialmente, porque son los que forman a los futuros profesionales y gobernantes.
La participación corresponde al aporte de los padres de familia, autoridades y sociedad dentro del proceso formativo de los menores. Todos apoyan al sistema educativo; las autoridades no son persecutoras ni existe hipernormatividad en el sistema. La sociedad tiene un alto sentido de responsabilidad, honestidad y respeto…
A partir de 2016 los centros educativos finlandeses empezaron a aplicar un método nuevo de “aprendizaje por fenómenos”, que son tópicos que los estudiantes encuentran en la vida real y que se investigan desde una perspectiva interdisciplinaria.
En declaraciones a la BBC, Marjo Kyllonen, gerente de educación de Helsinki expresó que “en lugar de adquirir conocimientos aislados sobre diferentes materias, el papel de los estudiantes es activo. Ellos participan en el proceso de planificación, son investigadores y también evalúan el proceso”. Para enseñar a “alumnos investigadores”, también los profesores deberán transformarse en mentores instructores, cambiando de metodología.