Grafitis vandálicos en Centro Histórico

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Interesante, digna de aplauso la acción de funcionarios municipales de diferentes departamentos que, en minga, salieron a limpiar el Centro Histórico de Riobamba de grafitis vandálicos,  de esos que no distinguen la suciedad de la limpieza, la fina ironía del insulto, la dignidad humana del resentimiento social.

a I. Municipalidad  aprobó,  en el 2016, una ordenanza que busca controlar y sancionar a los grafiteros que manchan los espacios, inmuebles públicos y privados de la ciudad. Las sanciones van desde labores comunitarias hasta una multa de más mil dólares. Lamentablemente esta ordenanza se convirtió en letra muerta, porque paralelamente no se implementó un control y acciones coordinadas para proteger a la urbe de estos actos vandálicos. Por eso fue necesaria la minga de funcionarios municipales para limpiar el Centro Histórico.

Generalmente, los grafitos son siempre realizados por jóvenes opuestos a la visión conservadora e institucionalizada de los adultos; unos contienen  formulaciones políticas, otros son simples frases escritas con matices de violencia y protesta; unos son graciosos  y llenos de fina ironía y, algunos por excepción, verdaderas obras de arte. Pero, no faltan también los manchones grotescos y vulgares. Este es el caso de los grafitos que asomaron en los pisos aledaños a las piletas de Neptuno del Parque Sucre, considerado patrimonial.  Lamentablemente, el hecho no es aislado. Según la Dirección de Patrimonio, más del 70 % de los inmuebles de la ciudad de Riobamba están manchados y rayados con pintura y  grafitis.

La historia de los grafitis viene desde antes de Cristo. Y actualmente se ha generalizado en todas las ciudades, grandes y pequeñas;  casi  no existe pared, muro, puerta que no sean invadidas, las más de las veces, con mal gusto e incomprensibles. Si son dibujos o texto anónimos como expresión de arte urbano, pueden ser bienvenidos; pero sin son manchones grotescos y vulgares, insultantes a la dignidad humana, merecen el rechazo de la sociedad.

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