De una temporada de sequía extrema, hemos pasado a la temporada lluviosa que está haciendo daño a muchos sectores de Ecuador con inundaciones, deslaves, proliferación de accidentes por la calzada mojada, árboles caídos, enfermedades y otros males que nos trae la naturaleza como resultado, casi siempre, del descuido, de irresponsabilidades, imprevisiones de personas e instituciones encargadas de enfrentar la temporada.
Algunos ríos, especialmente en las provincias costeras Esmeraldas, Manabí, Guayas y Los Ríos, y ciudades de la Sierra debido al incremento de sus caudales por efecto de las lluvias, representan inminente peligro para la población, por lo que se recomienda mayor cuidado en los desplazamientos y a su vez, se han redoblado acciones de mantenimiento vial.
Por otra parte, según la Secretaría de Gestión de Riesgos, en esta época lluviosa ya hay miles de personas afectadas, viviendas dañadas y destruidas. En la Zona central, en la Provincia de Bolívar, hay deslizamientos e inundaciones, igualmente, en La Mana, Cotopaxi, se han registrado complicaciones por el invierno. En el Sur. Igualmente, la ciudad de Loja ha sufrido fuertes inundaciones
En cuanto a las carreteras de la Sierra a la Costa, en el caso particular de la ciudad de Riobamba, la vía Balbanera- Pallatanga-Bucay, vía de dos carriles, reconstruida con hormigón rígido de l06,6 kilómetros, se encuentra en pésimas condiciones, sobre todo en un tramo de30 kilómetros, lleno de baches, hundimientos y grietas. En la inauguración de esta ruta en la época correísta, se anunció con bombos y platillos que duraría cuando menos 30 años. A la fecha se encuentra muy deteriorada y su mantenimiento ha sido casi nulo. Se conoce que próximamente se llamará a licitación para su reparación y mantenimiento por un monto de 50 millones. Ojalá se concrete lo más pronto posible.
Sabemos que la temporada invernal es cíclica, ocurre todos los años, por lo que se supone que no nos coge desprevenidos. Las furias de las aguas han desbordado la construcción de diques y presas, de encausamiento de los ríos, todo lo cual afecta gravemente la economía del país. Las autoridades deben extremar los planes de contingencia, así como los mecanismos de articulación interinstitucional para afrontar los estragos de la etapa invernal. El Ministerio de Obrar Públicas debe multiplicar sus esfuerzos para mantener expeditas las vías porque todas dinamizan la economía nacional.
