A fines de siglo XIX, miles de chinos abandonaron su país huyendo de la pobreza y la miseria. Muchos de ellos llegaron a Sudamérica y una gran mayoría se instalaron en el Perú, aquí fueron contratados como mano de obra barata por los grandes Ingenios azucareros en donde eran tratados como esclavos susceptibles de compra y venta.
Según el historiador y cronista riobambeño Edwin Chávez Medina, señaló que su nombre verdadero era Kuon Chon, pero al legalizar su estadía en el país cambió su nombre por el castizo de Virgilio Martínez, este apellido lo tomó del ciudadano que lo representó como garante.
Virgilio Martínez no era un chino más del montón; entusiasta y emprendedor alquiló un local en la casa del Sr. Ricardo Borja León, en la Primera Constituyente y Larrea e instaló una lavandería de ternos y camisas (foto); posteriormente instaló en el mismo lugar un almacén de misceláneos, donde vendía de todo un poco, pero quizá la faceta más conocida de este honrado ciudadano fue su trabajo como fotógrafo.
Efectivamente Virgilio Martínez fue uno de los primeros fotógrafos profesionales que tuvo la ciudad; era común encontrarlo caminando con su cámara fotográfica colgada al hombro y retratando los sitios más emblemáticos de la ciudad, que luego las reproducía y los vendía como tarjetas postales. A Virgilio Martínez los riobambeños le debemos algunas de las más interesantes fotografías de la ciudad y que hoy forman parte del archivo fotográfico patrimonial del Ecuador.
Al chino Virgilio Martínez le fue tan bien en sus negocios que acumuló una pequeña fortuna que le permitió comprar la casa de la Primera Constituyente y Larrea. Luis Alberto Borja Moncayo, hijo de Don Ricardo Borja, fue quien vendió esta residencia a Martínez.
Otro interesante emprendimiento que ejecutó el chino Martínez fue la instalación del primer Restaurante de comida china en nuestra ciudad, lo que hoy llamaría
