No siempre el negocio trae ganancias, hay temporadas de pérdidas también, explica María Guato comerciante del mercado de productores.
El esfuerzo que se hace en vida, es por el bienestar y progreso de la familia, también para educar a los hijos, manifestó María Guato comerciante por más de 50 años, explicó que se inició en el negocio cuando apenas tenía cinco años.
Expresa que su primera actividad fue en el mercado o plaza General Román, luego pasó a La Condamine y después al mercado de productores San Pedro de Riobamba.
Aprendió con sus padres Víctor Guato y Celia Chipantiza, también con sus abuelos José Clemente Guato y Rosa María Morales, ellos vivían en la provincia de Tungurahua y desde allá se trasladaban a diferentes mercados, especialmente Riobamba.
Inicialmente transportaban con mulas o burros de Pelileo y Patate provincia de Tungurahua, cuando llegó el ferrocarril, llegaban hasta Cevallos y de allí en los vagones a Riobamba, ese fue un gran beneficio para los comerciantes de este sector.
Los productos que comerciaban y hasta hoy venden son: aguacate, mandarina, tomate de árbol, naranjilla, limón, ají entre otros.
Expresa que en el negocio hay tiempos duros, difíciles, pero también buenos. Sobre todo es difícil, cuando no se tiene los productos y también no siempre se contaba con un sitio adecuado para el negocio.
Últimamente las autoridades se preocupan por mejorar los mercados, para exponer los productos y expender en mayor cantidad.
Manifiesta, que inicia su labor a la 1 o 2 de la madrugada, se quedan en el sitio de ventas hasta las cinco o seis de la tarde, muchas veces duermen pocas horas, si hay que trabajar las 24 horas cumplen para servir de mejor manera a los consumidores, expresó. (09)
