Debido a las intensas lluvias de los últimos días, y la crecida del Río Pastaza, la última tarabita que permitía el acceso a la Colonia Agua Santa quedó destruida. En meses pasados colapsaron las otras dos tarabitas de Agua Santa 1 y Otto Arosemena 1. Los estudiantes que vienen a clases tienen que viajar a Cumandá e ingresar por Mera.
Esta es la peregrinación que están obligados a hacer los moradores de las comunidades situadas al frente de Madre Tierra, Shell y Mera, que pertenecen al cantón Palora y se asientan al otro lado del Río Pastaza, los más perjudicados son los niños y jóvenes que asisten a las escuelas y colegios, que deben madrugar para hacer el largo viaje por la parroquia Cumandá, narró Gonzalo Baños, propietario de una finca en Agua Santa.
Baños, se quejó de la indolencia de las autoridades, tanto de Pastaza como de Palora provincia de Morona Santiago, que no han realizado ninguna gestión para reparar las tarabitas dañadas, o para instalar nuevas tarabitas, peor se podría esperar la construcción de un puente, dijo con decepción el entrevistado.
Además, culpó de la destrucción de los muros de las tarabitas a la mala explotación de las canteras de ese sector, cuyos concesionarios no toman las medidas de protección ambiental, haciendo que el río tome un nuevo curso y llegue a derrumbar y tumbar los muros, puntualizó.