Un nuevo estudio oncológico del Centro de Investigación en Salud Pública y Epidemiología Clínica (Cispec) de la UTE desarrolló un análisis espacial y de tendencias de mortalidad relacionadas a cáncer oral en Ecuador en los últimos 15 años.
Los resultados, comparados con tasas totales de otros países, demuestran una tendencia creciente significativa, en especial en grupos etarios jóvenes entre 30 y 40 años.
“Es importante señalar que hay personas que están muriendo a causa de una enfermedad prevenible que en muchos de estos casos no se le da la importancia que debería”, comentó Daniel Simancas, director de Investigación de la UTE y del Cispec.
Los investigadores analizaron las defunciones por cáncer oral reportadas por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) en todo Ecuador desde 2001 a 2016. En total se reportaron 1.025 muertes por esta enfermedad, aunque “sigue existiendo un problema con el correcto registro de la causa básica de defunción, lo que provocaría un sub-registro de información”, como señala Solange Núñez, Investigadora del Cispec.
El cáncer oral es un tumor maligno que afecta cualquiera de los tejidos de la cavidad oral, incluyendo los labios, mandíbula superior o inferior, lengua, encías, mejillas y/o garganta. Este se ha convertido en un relevante problema de salud pública debido a su creciente tendencia e impacto en poblaciones jóvenes, especialmente en las últimas décadas a nivel mundial.
En Ecuador, el estudio de la UTE identificó dos grupos importantes con mayor riesgo de mortalidad por cáncer oral. El primero se localizó en la sierra norte, en 15 cantones pertenecientes a las provincias de Cotopaxi, Pichincha, Santo Domingo de los Tsáchilas, y Tungurahua; y cuatro cantones en Los Ríos. Mientras que el segundo se localizó en 38 cantones pertenecientes a las provincias de Azuay y Loja; y 16 cantones de las provincias de Guayas y El Oro; de los cuales un 82% de las muertes pertenecen a zonas urbanas.
