MANIFESTACIONES
Cientos de manifestantes de las nacionalidades indígenas de la Amazonía recorrieron las calles de Puyo este 19 de diciembre, para expresar su rechazo a la construcción de una mega cárcel en Archidona, un proyecto suspendido tras 15 días de resistencia. La marcha, organizada como acto de solidaridad con los habitantes de Napo, también protestó contra los contratos de minería y petroleras en la región.
La movilización culminó frente a la Gobernación de Pastaza, donde los dirigentes advirtieron al Gobierno que permanecerán vigilantes hasta que se anulen los procesos contractuales relacionados con la cárcel. “No cederemos ante imposiciones que atenten contra nuestros derechos y territorios”, enfatizaron en sus discursos líderes como José Esach, presidente de la CONFENIAE, y representantes de la Federación de Organizaciones Indígenas de Napo (FOIN).
Los manifestantes, muchos de ellos vistiendo atuendos ancestrales, marcharon custodiados por la guardia indígena, equipada con uniformes tradicionales y lanzas simbólicas. Durante el trayecto, reiteraron el carácter pacífico de la movilización, mientras que un reducido contingente policial vigilaba el edificio gubernamental sin incidentes.
La protesta coincidió con un fuerte aguacero antes de llegar a la Gobernación, pero la lluvia no detuvo a los participantes. Al paso por la Prefectura, los manifestantes corearon consignas como “¡Fuera prefecto gobiernista!”, mostrando su descontento con las autoridades locales percibidas como aliadas del Ejecutivo.
La marcha subrayó la firmeza de las nacionalidades indígenas en defender sus derechos frente a decisiones que consideran impositivas. “La resistencia es nuestra fuerza, y no retrocederemos”, señalaron los dirigentes, reforzando la unidad de los pueblos amazónicos en su lucha por la autodeterminación.
La jornada concluyó sin incidentes, dejando un mensaje claro al Gobierno: las comunidades indígenas continuarán organizándose y movilizándose para proteger sus territorios y formas de vida.