Narcotráfico terrorista internacional, atentados en la frontera norte, secuestro de periodistas, radares comprados a China sin funcionar, helicópteros indios caídos, aviones militares obsoletos, Fuerzas Armadas debilitadas por una planificada y constante vejación durante una década, con oficialidad posiblemente desmotivada, Base Militar de Estados Unidos, en Manta desmantelada con el cuento de la soberanía que luego fue cedida a China en préstamos con altísimos intereses, en preventas y otras linduras, configuran un escenario ideal para el narcoterrorismo y la guerrilla colombiana que, debilitadas por la firma de la paz y por la acción del gobierno del vecino país del norte, quieran afincarse en nuestro territorio. Esto es uno de los capítulos de la nefasta herencia correísta..
A estos se suma el capítulo de un país con problemas en la economía; con alto déficit fiscal financiado en buen porcentaje por deuda cara y recursos del Banco Central; una seguridad social con serias dificultades de sostenibilidad, pues el Estado, por decisión presidencial, no pagó el 40 % y buena parte de los recursos fueron utilizados en gasto corriente incluyendo sabatinas y viajes; sectores de la industria poco competitivos por sus altos costos de producción, etc.
Un tercer capítulo, el de la corrupción, acaso el más grave, tiene que ver con el despilfarro en las refinerías del Pacífico o Esmeraldas, en la ruta a Collas, en innecesarias obras de relumbrón, en la Ciudad del conocimiento y la Universidad Yachay, etc.
Abusos a menores , pornografía infantil, inseguridad, violencia, droga, sicariato, secuestros, muertes en las carreteras, desnutrición infantil, desempleo, bachilleres sin ingreso a la universidad y sin trabajo, déficit en atención de la salud, destrucción de la naturaleza y más temas podrían ser parte de otros capítulos del legado correísta.
Con toda razón, el presidente Moreno, tildado de traidor por el expresidente Correa, se lamentó de la tal mesa servida y prometió hacer una cirugía mayor a la corrupción. Ojalá en esa operación de alto riesgo, el Ecuador no deba contribuir con muchas pintas de sangre popular.