Nuevos reservistas juraron lealtad al tricolor nacional

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Luego de seis meses prestando servicios en las unidades de la Brigada “Galápagos”, 305 conscriptos de la leva 1998 tercera llamada fueron ascendidos a Soldados de Reserva en una ceremonia militar.

Ante la presencia de familiares y amigos de los jóvenes acuartelados; este viernes 6 de abril, en el estadio  del Fuere Militar “Tapi” se realizó la ceremonia militar con motivo del licenciamiento del personal de Conscriptos, que concluyeron con el Servicio Cívico Militar Voluntario. Luego de prestar servicios durante seis meses en las diferentes unidades de la Brigada, 305 Conscriptos pertenecientes a la leva 1998, tercera llamada, finalizaron su preparación.  Ahora forman parte de las reservas militares del Ejército Ecuatoriano.

La ceremonia de licenciamiento fue presidida por el Coronel de Estado Mayor Hugo Ruiz.

Durante su formación, el personal recibió instrucción individual de combate, apoyo a la gestión de riesgos, y culminaron distribuidos en  los diferentes campos de acción de la Brigada. El acto castrense  estuvo presidido por el Coronel de Estado Mayor Hugo Ruiz, y además contó con la participación  de oficiales superiores, subalternos y voluntarios.

Con el ingreso del Estandarte Nacional y tras efectuarse los honores protocolarios, se dio  inicio a  la ceremonia que se prolongó por más de una hora. Como primer punto se dio lectura al orden general,  donde se ascendió al personal de Conscriptos a Soldados de Reserva.

Acto seguido, se cumplió con el  juramento colectivo; los nuevos reservistas gritaron al unísono “Sí prometemos”. Después, cada uno realizó su  juramento  individual y posteriormente cobijada del Estandarte.  Los jóvenes juraron lealtad al tricolor nacional.

Como reconocimiento a la dedicación y esfuerzo, un grupo de  conscriptos  recibieron diplomas por destacarse durante el Servicio Cívico Militar. El conscripto Jesús Rodas en representación de sus compañeros, rememoró las experiencias compartidas durante el proceso, y además agradeció a sus comandantes e instructores por la vocación, paciencia y entrega en el proceso de formación militar.

Al final de la ceremonia, los familiares se reunieron con sus seres queridos, quienes luego de una experiencia de vida, retornarán a sus hogares en busca de nuevos objetivos y metas a cumplir. Algunos no desaprovecharon la oportunidad y retrataron el momento con una fotografía para el recuero. (12)

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