El pueblo católico necesita más servidores y uno de ellos es el Vicente padre Miranda
El padre Vicente Miranda, es un sacerdote que nació en la parroquia San Antonio de Bayushig perteneciente al cantón Penipe, conocida como la tierra de la manzana por la alta producción de esta fruta.
Luego de ordenarse de sacerdote en la Diócesis de Bolívar, cumplió la función en esta provincia y después viajó a cumplir con los católicos y la Iglesia en Estados Unidos.
Añadió, que el sacerdote está al servicio de todos y especialmente de los más pobres, explicó que hace 40 años fue ordenado sacerdote en la Diócesis de Guaranda y celebró su primera misa en la iglesia del barrio El Quinche de la parroquia donde nació, esa fue su mayor felicidad porque estuvo junto a sus coterráneos y especialmente a su familia.
Permaneció durante 16 años en Estados Unidos, cumpliendo siempre su labor pastoral y de servicio, pero hoy se siente contento porque regresó a trabajar luego de más de 40 años a su pueblo que necesita de esa ayuda y solidaridad.
Hoy está junto a otros sacerdotes que han cumplido su función y pese a sus años lo siguen haciendo, se mantiene en unidad con los sacerdotes Eloy Falconí, Jorge Moreno y el padre Jaime Álvarez.
Su labor principal está sobre todo en las comunidades que más necesitan de su apoyo, su parroquia San Antonio de Bayushig no quedará abandonada y mas bien se fortalecerán las actividades de sus habitantes que son en su mayoría católicos.
Agradeció al padre Jaime Álvarez, Párroco de Penipe, que le permitió cumplir con su labor, es decir seguir sirviendo al pueblo.
Hoy de regreso a su tierra recibió el reconocimiento de las autoridades de la comunidad Capodarco que lidera Lenín Merino, quienes le entregaron una placa de reconocimiento pues la comunidad está cumpliendo 30 años de creación y los beneficiados en esta entidad son las personas con discapacidad y que quieren superarse.
Por su parte, el sacerdote señaló que es su decisión seguir formando parte de la iglesia de Penipe en las labores que sea necesarias y de servicio, añadió.
Estos días se mantienen cumpliendo con su actividad apoyando la labor el padre Jaime y también de los otros sacerdotes que llegan con sus iniciativas en bien de los pueblos.
En el acto que se desarrolló en la comunidad Capodarco, se pudo observar la presencia de las autoridades locales parroquiales, cantonales, provinciales y de otros sectores del país que respaldan la actividad que este grupo de personas con discapacidad desarrollan en beneficio de sus semejantes.
Los penipeños reciben de buena manera a estos ciudadanos que vienen de diferentes provincias del país y que la principal actividad es capacitarse, estudiar y seguir su progreso. (09)
