
Santa Mariana de Jesús, nació el 31 de octubre de 1618, antes de cumplir los siete años quedó huérfana; cultivó una intensa piedad y mortificación, también hizo voto de virginidad perpetua y murió a los 26 años de edad; en tan corta vida llegó a las más altas cumbres de santidad.
Cabe señalar que a Santa de Jesús Paredes y Flores, Dios le dotó de extraordinarios carismas como el don de la profecía, el conocimiento sobrenatural, visiones, éxtasis, resplandores y perfumes sobrenaturales.
Estando su pueblo atemorizado por la peste y por temblores, ella ofreció a Dios su vida por la ciudad de Quito y Dios la aceptó y se la llevó llena de méritos a gozar con él eternamente. En el año de 1946, la Asamblea Nacional Constituyente del Ecuador la declaró “Heroína Nacional”, por todas las virtudes y el ejemplo para la niñez y juventud del mundo.
Por todo aquello, en la monición de entrada en la Santa Eucaristía de Bienvenida a las reliquias, se expresó: “Hoy estamos aquí llenos de entusiasmo, porque celebramos la alegría de recibir en nuestra Unidad Educativa las reliquias de la Santa Ecuatoriana Marianita de Jesús, nuestra querida patrona; en ella encontramos la mirada cariñosa y confidente de Dios, ella fue durante toda su corta vida ejemplo de virtudes, en ella hemos visto siempre una presencia divina que nos asegura la cercanía del creador a todos nosotros”. (16)